ESTÁ EL CIRCO, FALTA EL PAN

Difusión Jueves 25 de Agosto de 2016

0_futbolyrealidad.jpg
El fútbol y la penosa realidad

Parece que la prioridad fuera entretener a medida que la realidad viene diluyendo la legítima y penosa excusa de la herencia recibida y frente a una situación social que se agrava por aquella razón sumada a la inacción y el desconcierto en las filas del poder.

Autor: Gonio Ferrari

Sintéticamente hablando si la intención es alimentar esa caja boba que muchos le llaman "el chicle del ojo", el buen sentido y el respeto por las carencias del prójimo indica que en la búsqueda del regreso del fútbol, es una impudicia que el Estado ponga aunque fuera un mísero peso, porque solo sirve para alimentar la angurria de los malos dirigentes, de los intermediarios que se llevan la parte del león y de los jugadores, todos con lógica vocación de millonarios.
Los patrocinantes de espacios -"sponsors"- y los poderosos de la televisión debieran solventar ese fútbol para todos, que es riqueza con escaso esfuerzos para pocos y postergación social para muchos.
Alguna vez el sentido común y el compromiso con los más desposeídos debiera ganar por goleada.
En este caso, la solidaridad viene perdiendo por escándalo.

Autor: Gonio Ferrari

Nuestra Opinión


A veces nos encontramos con opiniones como las que reproducimos; que pasan a ser verdaderas 'perlas' que reinvidican al periodismo profesional. 

Aún cuando en más de una ocasión no he estado de acuerdo en lo personal con Gonio Ferrari, siempre he admirado su coherencia y rectitud. 

En esta oportunidad, se anima a decir lo que muchos periodistas o conductores de noticieros no dicen, justificados por la desesperada búsqueda de audiencia. Basta con advertir que el 30% del tiempo de todos los noticieros -nacionales o provinciales- se dedican a alimentar esta especie de 'adicción' exagerada por el fútbol; quizás el más bonito deporte de toda la historia de la humanidad. 

Tomando en cuenta que otro 30% de ese tiempo, es dedicado a los chismes y pavadas; nos damos cuenta que existe toda una programación dedicada a desiformar y mantenernos al margen de las cuestiones políticas o sociales que impactan directamente en la vida de la familia y del ciudadano.

Los primeros fueron los militares con el campeonato del '78. Pero fue creciendo al punto que ahora vemos colas interminables para comprar las entradas de un partido de fútbol o de un espectáculo de Ricky Martin; en horarios en los que esa multitud debiera estar trabajando para el bien común. Una movilización en favor de los más pobres y oprimidos, no llevaría tanta gente.

Luis F. Ferreyra Viramonte


Por: Ferreyra Viramonte Luis Fernando
lffv@yahoo.com.ar

Dejá tu comentario