LOS NÚMEROS Y LA JURIDICIDAD

EDITORIAL Domingo 3 de Mayo de 2015

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Es claro que no tenemos otra forma de consultar la opinión de los afiliados, que mediante un proceso electoral. Allí los números resultan importantes para determinar los ganadores, perdedores, la integración proporcional de los órganos partidarios, etc. Pero siempre hay que tener en cuenta que "Aunque la verdad esté en minoría, sigue siendo la verdad" (Mahatma Ghandi)

Autor: Luis F. Ferreyra Viramonte - Director

En las últimas elecciones del 29 de marzo de Encuentro Vecinal Córdoba, la lista ‘A’ Valores en Acción, ganó claramente la compulsa. Los números, evidentemente, fueron determinantes.


Pero toda actividad humana -especialmente la política- debe someterse a las Leyes. Es lo que se llama la LEGALIDAD REPUBLICANA, como garantía contra los totalitarismos y la CORRUPCIÓN.


Por eso es que los ‘números’ deben ser el resultado de un ‘proceso electoral’ limpio, transparente y, sobre todo, leal. Esos son los VALORES que deben resguardarse y no solo declamarse. Pues el cumplimiento de las formalidades legales, no tiene otro sentido que asegurar a todos los vecinos, que la ‘mayoría’ es realmente la que debe conducir el Partido.


Por muchos años, los argentinos hemos caído en la grave confusión de pensar que ‘los números’ por sí mismos, les permiten a los ganadores violar las leyes a su antojo, sin control de ninguna naturaleza. La JURIDICIDAD de un Estado Republicano, exige el respeto irrestricto a las leyes justas. No hay otro camino.
El ejemplo más contundente, podemos observarlo en la irrupción de la ley de “matrimonio igualitario”, con toda su perversión y decadencia; o los decretos “de necesidad y urgencia” que tanto daño nos han hecho a lo largo de su vigencia; o la “Guía para el aborto” que instituyó la Corte Suprema.
Con mayoría en el Congreso y un declamado “56%” (que nunca sabremos si es verdad), simplemente atropellaron ‘democráticamente’ la Ley Suprema de la Nación (Constitución Nacional) y con ello se creyeron con derecho a la impunidad más absoluta.
Salvando las distancias, el proceso electoral de EVC tiene reglas que deben ser cumplidas para que sea válido. No tiene por qué ser distinto a cualquier otro proceso en todos los órdenes.

El proceso electoral
La Ley 23.298, establece que el ‘proceso electoral’ comienza con la convocatoria a elecciones y concluye con el escrutinio definitivo y la proclamación de las autoridades electas, debiendo la Junta Electoral notificar fehacientemente esa resolución a las partes (es decir, las listas “A” y “B”), para que “los perdedores” (seríamos nosotros), tengan oportunidad de cuestionar ante la Justicia Electoral (federal) las irregularidades que pudieran observar. La notificación, para que sea válida a su vez, también debe cumplir formalidades.
Esto último, no ocurrió en las elecciones en las elecciones internas de EVC. La regla general es que las resoluciones o cualquier otro acto jurídico, no produce efectos hasta que no son notificados conforme a la ley.


¿Por quéno se notificó?
Por que la Elección de Delegados al Congreso Provincial (máxima autoridad partidaria), es absolutamente inválida, tanto como la ‘creación’ de Consejos Departamentales y Consejos de Circuitos por vía de una elección interna.


Sabiendo eso, la Junta Electoral -en una muestra de parcialidad inconmensurable- directamente comunicó a la Justicia Federal el resultado y la proclamación, SIN NOTIFICARNOS a la lista “B”. Basada en los “números” de la elección y apurada por la proximidad de las elecciones generales, pretende negarnos el derecho a cuestionar nada.


En este caso, al igual que los ejemplos dados, los “números” arrasaron con las leyes y con todos los derechos de los afiliados que votaron por Participación, Pluralismo y Democracia.


Lo lamentable es que estamos convencidos que los “números” de la ‘democracia’, otorga derechos a quienes no lo tienen y se los quita a quienes si lo tienen: los afiliados.


No puede el oficialismo seguir declamando que combatimos la corrupción y somos unos mentirosos y corruptos. Debemos recuperar la coherencia entre lo que decimos y hacemos, única manera de recuperar la confianza de los vecinos.
Es posible que el próximo gobierno, por sus números, crea tener el derecho de eliminar físicamente a todo opositor. Y va a ser tarde.

 

Autor: Luis F. Ferreyra Viramonte - Director

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