Sínodo y voto femenino
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El papa Francisco ya nombró a varias mujeres en cargos relevantes dentro del gobierno central de la Iglesia
Dentro de la Iglesia Católica, se designa con el vocablo griego sínodo a las instancias permanentes y consultivas, instituidas en tiempos del Concilio Vaticano, para ayudar al Papa en torno a temas concretos del gobierno de la Iglesia. Desde 1965 hasta la fecha se han celebrado ya 29 Asambleas del Sínodo de los Obispos.
En su labor renovadora, el papa Francisco ha querido implicar no solo a los obispos en estos encuentros, sino también a sacerdotes, religiosos, diáconos y laicos, hombres y mujeres. La próxima Asamblea General Ordinaria dedicada a la sinolidad se desarrollará a partir de octubre en dos sesiones y abordará el futuro de la Iglesia.
En los anteriores sínodos, se abordaron temas como la familia, los jóvenes y la Amazonia. En esta ocasión, surgirán de un proceso de escucha global que recoja el deseo de Francisco de “caminar juntos”. Serán 370 los participantes, con más de un 30% que no serán obispos, y de estos, la mitad, es decir unas 40, serán mujeres.
En una decisión histórica, las mujeres tendrán derecho a votar según se anunció días atrás en el Vaticano, plasmando la voluntad del Papa de dar más espacio a las mujeres y a los laicos en la institución. Por primera vez, mujeres y laicos no consagrados que participen podrán hacer uso de un derecho hasta aquí reservado para los clérigos. Solo la religiosa Nathalie Becquart en su carácter de subsecretaria de la Secretaria que se dedica a la organización del encuentro había tenido esta posibilidad.
Se sumará así en esta ocasión el voto de unos 70 representantes laicos del pueblo de Dios, exhortándose desde el documento del Vaticano a que el “50% sean mujeres y, en lo posible, jóvenes”. Serán elegidos por el Papa sobre un total de 140 que le harán llegar desde todo el mundo. Como novedad, se suma también la posibilidad de votar abierta a cinco religiosas y cinco religiosos de Institutos de Vida Consagrada.
La línea conservadora descartó hablar de revolución puesto que, según destacan, seguirá siendo una reunión en la que el 75% de los participantes serán obispos. Distintos grupos reclaman con razón y justicia mayor participación femenina en las estructuras de decisión y la inclusión del diaconado y el presbiteriano femenino.
De todas maneras, el papa Francisco, que ya nombró a varias mujeres en cargos relevantes dentro del gobierno central de la Iglesia, hace sentir su impronta dando también más espacio a los laicos en torno a grandes temas que involucran no solo la participación de las mujeres sino también la pedofilia o la situación de los divorciados vueltos a casar. En buena hora.