Una multitud recibe en Buenos Aires a su nuevo Arzobispo
Arzobispado de Buenos Aires
De izq. a der. Los futuros cardenales Sixto Rossi y "Tucho" Fernández, el Cardenal Mario Poli; y Mons. Jorge García Cuervas con su báculo.
Con una Misa en el atrio de la Catedral Metropolitana, el sábado 15 de julio tomó posesión el nuevo Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Mons. Jorge García Cuerva, con un llamado a trabajar entre todos para hacer de la arquidiócesis “un lugar para todos”.
Una multitud acompañó la celebración desde la Plaza de Mayo, con pancartas y banderas alusivas a las distintas comunidades, con especial participación de las parroquias de las villas y barrios populares, que animaron la bienvenida del nuevo Prelado con bombos y redoblantes.
La celebración inició adentro de la Catedral, donde los obispos auxiliares de Buenos Aires entregaron a su nuevo pastor la llave simbólica del principal templo arquidiocesano y el aspersorio para rociar el lugar con agua bendita.
Luego de adorar al Santísimo Sacramento, Mons. García Cuerva realizó la profesión de fe y el juramento de fidelidad ante el Nuncio Apostólico, Mons. Miroslaw Adamczyk.
Cerca de 60 obispos y decenas de sacerdotes acompañaron al Arzobispo en procesión hacia el exterior del templo, para compartir la celebración con los fieles.
Un miembro de la comunidad de Río Gallegos, donde Mons. García cuerva se desempeñaba como Obispo hasta su nombramiento al frente de la Iglesia porteña, leyó una carta de despedida.
En sus palabras, hizo notar la tristeza de la comunidad por tener que despedirlo, al tiempo que valoró lo aprendido con su paso por la diócesis más austral, y como muestra de confianza expresó: “Sabemos quién sos” y “lo mejor está por venir”.
El Cardenal Mario Aurelio Poli, a quien García Cuerva sucede en el cargo, pronunció un breve discurso en el que, en nombre de laicos, religiosos, sacerdotes y todo el pueblo de Dios, le deseó lo mejor, es decir “lo que Dios quiere, porque no hay nada mejor que lo que Dios quiere para cada uno de nosotros”.
“Que tengas larga vida al servicio de esta Iglesia que bautiza y celebra los misterios de la salvación, no solo a los porteños sino a todos los hermanos que habitan junto a nosotros”, añadió.
Acto seguido se procedió a la lectura de la bula papal con fecha 26 de mayo de 2023, en la que el Santo Padre nombra Arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina a Mons. Jorge Ignacio García Cuerva.
Luego le fue impuesto el palio arzobispal que el Papa Francisco le entregó en Roma a fines de junio, y los obispos de la provincia eclesiástica de Buenos Aires se acercaron a saludarlo.
“Una ciudad con lugar para todos”
En su homilía, Mons. García Cuerva animó a soñar “una Iglesia arquidiocesana y una ciudad con lugar para todos, aunque seamos muchos”. “Lugar para todos en el corazón, lugar para todos en nuestras comunidades; y también lugar para todos en la ciudad, sin excluidos, forjando la cultura del encuentro frente a la cultura del descarte y la indiferencia”, añadió.
En ese sentido, mencionó a quienes están sufriendo “adicciones, violencia en todas sus formas, angustia y pánico; quienes viven en situación de calle o en viviendas precarias, o tantos y tantas que, desvelados, hacen ‘malabares’ buscando llegar a fin de mes”.
“No podemos darnos el lujo de seguir alimentando la fragmentación en lugar de la esperanza”, sentenció el prelado, arrancando un gran aplauso de la feligresía; aplauso que se replicó cuando se refirió a la “grieta” existente entre los argentinos: “Me escucharán siempre decir que prefiero llamarla herida, porque duele y sangra en las entrañas del pueblo”, afirmó.
Finalmente, pidió a los porteños asumir juntos dos compromisos: el primero, a “unir nuestras manos para levantar los techos que hoy nos impiden llegar a Jesús”. El techo del “no se puede”; el del “siempre se hizo así”; el de la indiferencia y la resignación.
“Levantemos los techos que no nos permiten soñar y que han oscurecido e imposibilitado el horizonte de tantos de nuestros jóvenes”.
Para ello, el segundo compromiso al que convocó es al de caminar juntos. Y en lo personal, se comprometió a “trabajar en equipo” con los distintos actores de la arquidiócesis.
“Nos queremos seguir jugando la vida por la Buena Noticia de Jesús; ¡Entonces no le tengamos miedo al futuro!, ¡Atrevámonos a soñar a lo grande!, que el chiquitaje no nos gane, y no nos consolemos con vuelos rastreros. Volemos alto y soñemos en grande”, concluyó.
Los padres del nuevo Arzobispo acercaron las ofrendas al altar, y en las intenciones, se pidió especialmente por los tres nuevos cardenales argentinos, que serán creados por el Papa Francisco en el consistorio del próximo 30 de septiembre, quienes estaban allí presentes: Mons. Víctor Manuel Fernández; Mons. Ángel Sixto Rossi; y el P. Luis Pascual Dri.
En sus palabras finales, Mons. García Cuerva expresó: “Gracias a Dios que vuelve a pescarme con el anzuelo de su infinita misericordia”.
Luego de hacer llegar un saludo a la comunidad de parte del Papa Francisco, le agradeció al pontífice por “su confianza, por sus consejos”.
“En los días más difíciles, me llamaba y me decía: Dios es más grande, no pierdas la paz y no pierdas el buen humor”, relató. “Gracias Francisco por animarnos a soñar en grande, por proponernos ser una Iglesia en salida, que primerea, que se involucra y que acompaña, una Iglesia pobre para los pobres”, manifestó.
Dirigiéndose a las autoridades presentes, dijo: “Cuenten conmigo para lograr una presencia inteligente del Estado en favor de los sectores más humildes y excluidos”.
A la ceremonia asistió el Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández; la gobernadora de Santa Cruz -provincia donde se encuentra la diócesis de Río Gallegos, de la que proviene el nuevo Arzobispo-; el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Santiago Cafiero, entre otros.
Al finalizar la Eucaristía, el flamante Arzobispo de Buenos Aires saludó a los presentes.