CÓRDOBA: NUEVOS ATAQUES IDEOLÓGICOS
Pasando por la neurálgica zona de la Plaza de la Intendencia –Córdoba, capital- nos sorprendió que la enseña Patria se viera acompañada por la que identifica al orgullo gay.
Verdaderamente nos sorprenden estas medidas inconsultas, por la que se trata de imponer (y parece que en gran medida lo están logrando) una ideología que importa sólo a una minoría minúscula.
Se supone que en un espacio público, la Bandera Argentina tiene un lugar destacado, porque todos estamos de acuerdo en que se trata de un símbolo patrio que nos enorgullece. Pero no se entiende estas cosas raras que hace el gobierno municipal, quizás para obtener préstamos foráneos y cumpliendo directivas de altos grados, que dispone arbitrariamente la utilización de espacios públicos con símbolos que representan a una minoría y que no tienen el acuerdo –ni mucho menos- de la mayoría de la ciudadanía.
Con ese criterio, los que pensamos distinto a esta minoría insignificante –aunque bien bancada económicamente-, tendríamos el mismo derecho a exigir un lugar para exhibir símbolos que signifiquen la normalidad.
Es claro que eso no va a ocurrir y se evitará con miles de vericuetos burocráticos cualquier manifestación en contrario de esa perversa ideología de género. Esto es, ni más ni menos, una concreta forma de discriminar.
Debemos dar la razón a los escritores Agustín Laje y Nicolás Márquez –en "El libro Negro de la nueva Izquierda - ideología de género o subversión cultural"- quienes proponen acertadamente la tesis que sintéticamente afirma que esta corrosiva ideología se mantiene con fondos públicos, lo que significa una verdadera imposición totalitaria.
No obstante, se nos abre una gran pregunta, que motiva un reclamo clamoroso: también se encuentra izada la Bandera del Vaticano. ¿Qué significa? ¿Aprobación tácita de la Iglesia Católica? ¿Compensación? ¿Por qué no existe un reclamo por parte de la jerarquía católica? ¿El silencio es consciente y omisivo o básicamente están de acuerdo? Debe quedar claro, que este medio no está de acuerdo con el silencio, pues parece un consentimiento.
ATAQUEA MURAL POR ODIO
Por Ezequiel Sánchez
El Corredor Malvinense –ubicado abajo del Puente 24 de Septiembre- es un sentido Homenaje a la Gesta de Malvinas y a sus Héroes, los que están aquí y los que allá quedaron.
Inspira a desprevenidos e incautos, y a los propios argentinos que sienten los dolores de la Nación como suyos.
Sin embargo, un grupo minúsculo de inadaptados y traidores, pertenecientes a las corrientes ideológicas, respondiendo a su intolerancia y totalitarismo, han atacado el mural que tanto dinero y esfuerzo ha costado pintar.
Estas ideologías foráneas y antipatria, juegan un papel importante para el imperialismo que nos tiene sometido. Cumplen el mandato de censurar o dañar violentamente, toda manifestación que se oponga a sus ruines y antinacionales designios. Son los mismos que alientan toda la nueva ideología izquierdista, y que pretende por esos medios salvajes destruir la cultura y la fe de la mayoría aplastante de los argentinos. Luego hablan de discriminación, de persecución, de segregación racial, de inclusión y una sarta de estupideces que amparan bajo una bastardeada democracia que sólo sirve para el imperio de ideologías y el enriquecimiento sin límites de los ‘representantes’ del pueblo.
