LAS SIGLAS LGTBQ NO EN DOCUMENTOS ECLESIALES
Sesión Sínodo de Obispos
En el marco del Sínodo de los Obispos, que se realiza en Ciudad del Vaticano, para analizar el tema de los jóvenes y su vocación, monseñor Charles Chaput, arzobispo de Filadelfia en Estados Unidos, señaló que las siglas “LGBTQ” nunca han sido verdaderas en la vida de la Iglesia y no deberían usarse en sus documentos.
“Esto nunca ha sido verdad en la vida de la Iglesia y no es verdad ahora. De ello se deduce que ‘LGBTQ’ y un lenguaje similar no se deben usar en los documentos de la Iglesia, porque su uso sugiere que estos son grupos reales y autónomos, y la Iglesia simplemente no categoriza a las personas de esa manera”, dijo.
Monseñor Chaput es miembro del Consejo Permanente del Sínodo. Sus declaraciones fueron emitidas el pasado 4 de octubre al reflexionar sobre el Capítulo IV del documento de trabajo, o Instrumentum laboris del Sínodo
“No existe un LGBTQ, un ‘transgénero’ o un ‘heterosexual’ católico, como si nuestros apetitos sexuales definieran quiénes somos”, continuó.
En ese contexto, aseguró que aquello que la Iglesia “sostiene que es verdad sobre la sexualidad humana no es un obstáculo”, sino que es “el único camino real hacia la alegría y la integridad”.
Cabe señalar que el acrónimo LGBTQ se usó en el documento de trabajo del Sínodo de los Obispos. El párrafo 197 del Instrumentum laboris dice que “algunos jóvenes LGBTQ, a través de varias contribuciones que fueron recibidas por la Secretaría General del Sínodo, desean beneficiarse de una mayor cercanía y experimentar un mayor cuidado por parte de la Iglesia”.
Sin embargo, el término LGBTQ nunca se usó en un documento presinodal compilado por jóvenes, en contra de las afirmaciones hechas a los periodistas por el secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri. El cardenal, sin embargo, se ha negado a eliminar las siglas en el documento.
¿Qué dice la Iglesia Católica referente a la homosexualidad?
El Catecismo de la Iglesia Católica señala en materia de sexualidad que “un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 2358
Igualmente, el Papa Francisco, en el libro El nombre de Dios es Misericordia, señala que “me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales porque antes que nada viene la persona individual en su totalidad y dignidad. Y la gente no debe ser definida sólo por sus tendencias sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito. Prefiero que los homosexuales acudan a la confesión, que estén cerca del Señor y que recemos todos juntos. Se les puede pedir que recen, mostrarles buena voluntad, mostrarles el camino y acompañarlos en el mismo”.
El problema, señalaba el papa Francisco en rueda de prensa [AG1] luego de su viaje a Brasil en 2013, es la conformación de lobbies: “En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”. También ha comentado: “El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”.
Presión internacional del lobby LGBTQ
Obispos, sacerdotes y movimientos afines en la defensa de la familia natural, como Red Familia, han señalado una fuerte presión por la comunidad LGBTQ para imponer sus puntos de vista. Incluso hay homosexuales que han denunciado estas presiones, por ejemplo, el guionista, director de documentales y activista francés Jean-Pier Delaume-Myard, homosexual que ha denunciado la presión por parte del lobby LGBTQ para silenciarlo por estar en contra de los matrimonios homosexuales y de la ideología de género.
Dealume-Myard quien ha lamentado que lo presionen para no expresarse "porque se piensa que la única palabra legítima en los medios es la del lobby LGTBQ. Además me parece homófobo que se me reproche ser un traidor o un canalla. Eso implicaría que un homosexual no puede pensar por sí mismo. En mi opinión, eso es homofobia”.
En este contexto es que se da el pronunciamiento de monseñor Chaput ante el Sínodo de los Obispos, el de una iglesia abierta al encuentro con la comunidad homosexual, pero no dispuesta a aceptar imposiciones ideológicas del movimiento gay.
Nuestra Opinión
Muy tristes, podemos observar que nuestra Jerarquía se encuentra dividida e infiltrada.
Pero tenemos esperanza en que, otra vez más, la nave de la Iglesia pasará por la tormenta, aunque esta sea la más terrible de la historia. Por que su Capitán tiene todo el poder y la gloria.