CULTURA
Miércoles 20 de Julio de 2016
SOBRE FORMAS Y SENTIDOS
9 de julio de 1816: ¿independencia argentina? ¿o dependencia británica?
Es correcto lo que dijo el presidente Mauricio Macri en su discurso del 9 de julio en los festejos del Bicentenario frente ala Casa de Tucumán cuando se dirigió al rey Juan Carlos 1°de España, más allá de la forma protocolar algo familiar, pero después de todo un rey es una figura mucho más cercana a un pueblo que un gobernante de cuatro años. Y eso que su formación es en ingeniería y no en historia.
Por Patricio Lons
Claro que los congresistas reunidos en Tucumán en 1816 tenían miedo y angustia. A tal punto que se atacaban entre ellos; recuerden que a Moldes lo envenenaron poco tiempo después. Incluso Belgrano, Sarratea, Rivadavia y Alvear habían ido a España apenas recién en 1814 a pedir disculpas y se presentaron como "vasallos de Su Majestad" para recuperar la unidad con la Madre Patria. Y debemos entender que la mayoría de los independentistas se movían por sus intereses comerciales con Inglaterra. Los movimientos de 1810 y 1816 no fueron populares y recibieron el repudio de todos los aborígenes americanos y de buena parte de criollos, mestizos y negros que se sumaron voluntariamente a los ejércitos realistas.
En cambio, los ejércitos revolucionarios fueron por leva obligatoria. Se impusieron asesinando a héroes como Liniers y Álzaga. Los dirigentes revolucionarios estaban tan apurados y aterrados que confusamente declararon la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica, país que no existe y no existía en ese momento. No hay una declaración de la independencia argentina. Tal vez la de 1947 sea la única. Y enseguida le ofrecieron estas tierras al imperio del Brasil y a Inglaterra,a ver cual de ellos nos agarraba primero. Finalmente con el Tratado de 1825 entre Las Heras y el gobierno británico, quedamos sometidos a la banca inglesa a perpetuidad. El resultado fueron pérdidas territoriales en América y África y cincuenta años de guerras civiles, en las cuales se impuso el modelo inglés del puerto de Buenos Aires en desmedro de los caudillos que defendían los fueros populares otorgados por España.
Lo mismo le pasó a toda Hispanoamérica al balcanizarse en veinte países con las independencias firmando el mismo tratado que nosotros con Londres y ocho años después, en 1833, Inglaterra nos traiciona ocupando las islas Malvinas. Nuestra tierra necesitaba por lo menos un siglo más para lograr las condiciones civilizatorias que permitiesen una independencia real y soberana. Al poco tiempo empezamos a perder nuestras tradiciones fundacionales de 1492 y eso fue como un salto al vacío. Todavía podemos dar un grito en la historia de la humanidad. Pero para salir del pozo, hay que entender lo que nos pasó. Sino, desapareceremos como una página olvidada en los libros de historia. Así que de esos congresistas de 1816 que nos pusieron el collar inglés, mejor no hablar.