Los Principios

Nos dirigimos a la generación adulta que tiene la responsabilidad de garantizar y promover los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes argentinos: familias, educadores, instituciones educativas de diversas gestiones, sindicatos, inspectores y supervisores, ministerios de las distintas jurisdicciones provinciales y nacionales, a los legisladores provinciales y nacionales para solicitarles que con urgencia entre todos cooperemos para poder acelerar el regreso parcial a la actividad educativa presencial anunciada por el Ministerio de Educación de la Nación.

Llevamos siete meses de actividad remota que en un gran porcentaje y por diversas causas no ha podido ser sincrónica y sostenida, se ve afectada cada vez más la salud integral de niños, niñas y adolescentes, y acentuándose en esta segunda parte del ciclo escolar. Por estos motivos es urgente considerar que la actividad educativa es esencial.

Sabemos que el futuro próximo será en convivencia con el covid-19, y sabemos que esta situación sanitaria la tenemos que enfrentar con el cuidado debido para no poner en riesgo la vida de ninguna persona. Pero también sabemos y queremos expresar nuestro llamado urgente a considerar la situación de niños, niñas y adolescentes que hace ya siete meses que están en situación de aislamiento y sufren distintos tipos de dolencias que influyen en su normal desarrollo físico, psíquico, intelectual y espiritual.

También deseamos hacer visible la situación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes incluidos con programas específicos en la educación común, aquellos que están transitando su escolaridad en las instituciones de educación especial, y sobre todo los que son más vulnerables a causa de la pobreza que nos aflige. Sabemos que para ellos especialmente este tiempo, en muchas situaciones particulares, significará un retroceso que esperamos no sea irremediable.

Las Instituciones educativas han hecho todo lo que es posible por sostener el vínculo pedagógico a pesar de las limitaciones que muchas de ellas tienen, pero la escuela presencial no es solo transmisión de conocimientos. La escuela presencial también es ámbito para la escucha y la atención de las situaciones personales, la prevención de la violencia, del cuidado de la salud física, psíquica y espiritual de los niños, niñas y adolescentes. También es espacio de orientación a las familias respecto de los desafíos que demanda para ellos la educación de sus hijos.

Para garantizar y promover los derechos de la presente generación de niños, niñas y adolescentes, sin caer en temores que nos paralizan y siendo conscientes de la necesidad del cuidado de la salud en todos los aspectos de la vida de las personas, llamamos a la generación de adultos a cooperar desde el lugar que cada uno ocupa en la sociedad, para considerar esencial la educación presencial y arbitrar todos los medios disponibles para iniciar urgentemente la actividad presencial de las instituciones educativas.

Comisión Directiva de FAERA