Aumento significativo de la pobreza, hay solidaridad pero urgen políticas estatales
Buenos Aires (Agencia Fides) - En 2018 se produjo un aumento significativo de la pobreza multidimensional en Argentina en un contexto de alta inflación y estancamiento económico: 33,6% de los argentinos están por debajo del umbral de pobreza.
Según datos de la Encuesta de Deuda Social Argentina (EDSA), en el tercer trimestre de 2018, 4,2% de las familias y 6,1% de las personas se encontraban en situación de necesidad. En el mismo período 25,6% de los hogares y 33,6% de las personas se encontraban por debajo del umbral de pobreza. Los resultados obtenidos muestran una interrupción en la tendencia hacia la recomposición de las condiciones económicas de las familias que se había puesto de relieve durante 2017.
Estos son algunos de los indicadores de la situación social contenidos en el informe titulado ‘Pobreza monetaria y vulnerabilidad de los derechos. Desigualdades en las condiciones materiales de vida de las familias en la Argentina urbana (2010-2018)’, presentado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA), junto con el Defensor del Pueblo de la Nación, la Fundación La Nación, el Banco de Galicia y el Defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. El estudio, según la nota recibida por la Agencia Fides, pretende mostrar la evolución de la pobreza y la indigencia en el país con un enfoque multidimensional.
Si la condición de pobreza afectaba a 3 de cada 10 personas, ese porcentaje ascendía a casi 5 de cada 10 entre los niños menores de 17 años. Los niños y adolescentes fueron los más afectados en cuanto a la evolución de las tasas de pobreza y de pobreza. Por otro lado, 62% de las familias presentaban al menos una falta de derechos sociales y económicos en 2018.
En una reciente entrevista con Radio María, el vicario general de la archidiócesis de Rosario, mons. Emilio Cardarelli, afirmó que se ha producido un "aumento bastante significativo" de la demanda de alimentos, estimado entre 25 y el 30 por ciento, según el voluntariado activo en las comunidades cristianas, y esto "se observa, en general, en los barrios más humildes, donde la ayuda de la Caritas parroquial se ve con mayor incidencia". Mons. Cardarelli pidió políticas de Estado capaces de revertir esta situación social y económica, e invitó a la clase política a dialogar para buscar un acuerdo. "Hay mucha solidaridad, pero son sólo medidas paliativas que no resuelven el problema de fondo", subrayó, refiriéndose a las campañas realizadas para ayudar a las personas que viven en la calle.
Nuestra Opinión
Esta nota brinda datos significativos que no deben ser olvidados al momento de votar en las próximas elecciones.
Es hora que dejemos los fanatismos de lado y exijamos a todos los candidatos que ofrenzcan soluciones concretas y posibles para terminar con este gran flagelo de la pobreza.
Tendrán que decirnos públicamente, si van a gobernar para nosotros (especialmente los más pobres, débiles y marginados) o van a dedicar todos sus esfuerzos a pagar la ilegal deuda externa.