POLÍTICA Jueves 11 de Mayo de 2017

Fátima: trascendiendo a Putin

0_putin_with_flag_of_russia.jpg Vladimir Putin

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La ambición económica de empresas petroleras trasnacionales ha sido satisfecha a costa de la paz y las vidas de miles de habitantes de naciones que no buscaron la guerra intestina que sus riquezas energéticas les han significado.

Por: Fernando Rivera Barroso

Se inventó la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Sadam Husein y el tirano fue depuesto ensangrentando a su nación, de la cual las instalaciones petroleras pasaron a manos de las empresas norteamericanas (antes las operaban y aprovechaban empresas alemanas, cuya nació no participó en la “coalición internacional” contra Sadam); de la misma forma se decidió eliminar al dictador Kadafi de Libiia creando y armando una oposición que destruyó al país y lo tiene sumido en un persistente caos, pero la producción petrolera no se detuvo y  pasó de manos francesas a norteamericanas.

La misma receta se aplicó en Siria, país que progresaba en paz y armonía étnica y religiosa, pero que súbitamente vio aparecer una poderosa insurrección contra el dictador Bashar al-Ásad, financiada y apoyada militarmente por el administración de Obama. Pero aquí había una situación diferente, la explotación energética la conducía Rusia con participación Iraní, lo cual se tradujo en la defensa del régimen sirio por parte de la aviación rusa y milicias auspiciadas por Irán. La fachada utilizada para desestabilizar Siria fue el maléfico fantasma del Estado Islámico, de quien se recogen ahora sus efectos salvajes en asesinatos directos e indirectos de decenas de miles de sirios. La jugada falló, no se consiguió derrocar al tirano ni adueñarse del gas y el petróleo con el que Rusia lleva a cabo el negocio de abastecer a Europa. Es solo a un hombre a quien se le puede atribuir el haber frustrado la intención imperialista norteamericana: Vladimir Putin. El ex miembro de la KGB soviética accede al poder en los primeros meses del siglo XXI, y lo mantiene férreamente; sin duda es la persona actual de mayor influencia geopolítica. También se deja sentir su estrategia mundial en el ámbito religioso, demostrada en la gestión conjunta del Vaticano y Moscú para auspiciar el encuentro entre el Papa y el Patriarca Ruso. Putin habrá llevado en su agenda para las reuniones con el Papa Francisco (2013 y 2015) los temas de Crimea y Ucrania, pero en la agenda del Papa el tema era –y sigue siendo- la unidad de las iglesias cristianas; el resultado ha sido la sorpresiva reunión en Cuba (aún bajo la sombra del poder ruso) del Papa y del Patriarca Kiril en febrero 2016.

Rusia defensora de un pueblo –el Sirio- donde convivían cristianos y musulmanes, Rusia propiciando el acercamiento entre la Iglesia Católica y la más grande expresión eclesial del mundo ortodoxo: el Patriarcado de Moscú, sucesos impensables hasta hace muy poco tiempo atrás. Los movimientos del ajedrez geopolítico tienen razones visibles e invisibles, las que pretenden justificarse en las explicaciones mediáticas y las que se entrevén por analistas más agudos. Por encima de los intereses y las razones humanas, más allá de los entramados políticos –abiertos o secretos- se encuentra la acción trascendente de la Providencia que atrae a sí nuestra historia, respetando las libres decisiones que tomamos. Así se ve con claridad al leer el mensaje de la Virgen en Fátima y constatar su cumplimiento, ya casi total.

El 13 de mayo de 1917, La Virgen María en Fátima dijo:

Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. (Texto publicada por la Congregación para la doctrina de la fe, en su página oficial: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000626_message-fatima_sp.html).

Debemos notar puntos de máximo interés:

  1. La Virgen anuncia un pontificado bajo el nombre de Pio XI (1922), cuando aún era Papa Pio X y faltaba el pontificado de Benedicto XV. Esta previsión no era fácil de explicar en el momento de ser dicha por la Señora, ella trascendía los quehaceres temporales de sus hijos.
  2. Anuncia una guerra peor de la que estaba en curso y que pronto terminaría. Humanamente no era del todo previsible una guerra de mayores dimensiones, sin embargo en 1939 se desataría durando 6 mortíferos años en escala mundial. La visión de Nuestra Madre trasciende las historias humanas.
  3. Como lo anunció, la Iglesia se vio sumida en espantosa persecución y el Papa Pio XII sufrió enormemente (recordemos, por ejemplo, su paso angustioso entre las ruinas y los cadáveres de Roma bombardeada por la aviación norteamericana).
  4. No atendimos sus deseos y Rusia extendió sus errores, pero notemos que en mayo de 1917 Rusia no presentaba “errores” que expandir a nivel mundial, y será 5 meses después cuando se inicie la revolución bolchevique, que sí difundió sus errores comunistas anticristianos, particularmente a partir de los nefastos acuerdos de Yalta en los que los “triunfadores” claudicaron ante Stalin, desencadenando la cruentísima persecución anticristiana en el orbe por décadas. La Virgen en Fátima trascendía los tiempos humanos y nos prevenía amorosamente.
  5. San Juan Pablo II sufrió mucho en carne propia. El 13 de mayo de 1981 se atenta contra su vida en presencia de miles de fieles asistentes a la Plaza de San Pedro; el sicario dispara el mismo día en que festejábamos el mensaje de la Virgen en Fátima, se hizo evidente una coincidencia que los humanos no podríamos haber previsto, pero que hizo decir a San Juan Pablo II que “una mano” le había salvado la vida; Ali Agca dijo que no se explicaba por qué había fallado si sus disparos fueron perfectamente dirigidos. Los planes del mal son trascendidos por el amor.
  6. El Papa consagró Rusia al corazón inmaculada de Santa María. La citada página oficial de la Congregación para la doctrina de la de, señala:

“Como es sabido, el Papa Juan Pablo II pensó inmediatamente en la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María y compuso él mismo una oración para lo que definió « Acto de consagración », que se celebraría en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, solemnidad de Pentecostés, día elegido para recordar el 1600° aniversario del primer Concilio Constantinopolitano y el 1550° aniversario del Concilio de Éfeso. Estando ausente el Papa por fuerza mayor, se transmitió su alocución grabada. Citamos el texto que se refiere exactamente al acto de consagración:

« Madre de los hombres y de los pueblos,Tú conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden al mundo, acoge nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu Corazón y abraza con el amor de la Madre y de la Esclava del Señor a los que más esperan este abrazo, y, al mismo tiempo, a aquellos cuya entrega Tú esperas de modo especial. Toma bajo tu protección materna a toda la familia humana a la que, con todo afecto a ti, Madre, confiamos. Que se acerque para todos el tiempo de la paz y de la libertad, el tiempo de la verdad, de la justicia y de la esperanza ».

Además, San Juan Pablo II volvió a realizar la Consagración a María en dos ocasiones más: durante el Año Santo de la Redención en Fátima el 13 de mayo de 1982, y convocando a todos los Obispos del mundo para que se le unieran el 25 de marzo de 1984 cuando él realizaría nuevamente la consagración en la Plaza de San Pedro.

Expresamente la Congregación para la doctrina de la fe dice en la multicitada página oficial:

Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a los deseos de Nuestra Señora (« Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984 »: « Sí, desde el 25 de marzo de 1984, ha sido hecha tal como Nuestra Señora había pedido »

  1. Trascendiendo todos los cálculos humanos, sorprendiendo a los más avezados políticos del momento, la consagración tuvo un efecto objetivamente real: cinco años después de la última consagración del Papa (uniéndosele todos los obispos del mundo), desaparece súbitamente la Unión Soviética en un acontecimiento inesperado sin comparación alguna en la historia de las culturas. A partir de 1989 a todos nos consta el proceso de conversión de Rusia, desde el ateísmo militante de la era soviética hasta la restauración de la catedral de Cristo Salvador  de Moscú. En 1931 –por orden de Stalin- el templo fue destruido hasta los cimientos con explosivos, para dar lugar a la construcción del Palacio de los Sóviets, edificio que Stalin quiso fuese el más alto del mundo: “no debe asustarnos el cielo, camaradas, ¡debemos conquistarlo!”. Como  una nueva torre de Babel, la ególatra edificación nunca se termino, sus inconclusas estructuras metálicas fueron usadas para fabricar armas durante la 2ª. Guerra Mundial; una piscina sustituyó el necio sueño de conquistar el cielo por el esfuerzo humano. Aniquilada la Unión Soviética (1989), el mensaje de Fátima siguió cumpliéndose, el renacimiento cristiano en Rusia se manifiesta dramáticamente al ver reconstruida, en sólo una década, la Catedral de Cristo Salvador e inaugurada en el año 2,000 (bajo los auspicios del gobierno nacional y la alcaldía de Moscú) en el mismo sitio original y utilizando los planos originales. Hoy se admira una bellísima obra de la fe cristiana rusa, la cual ha tenido múltiples y significativas conmemoraciones, de entre ellas debemos mencionar dos que hacen evidente el cumplimiento del mensaje de Fátima: 1) la canonización del zar Nicolás II y su familia (mártires del comunismo ateo) el 14 de agosto de 2000; 2) la veneración en noviembre de 2011 del Cinturón de la Virgen María (reliquia de mayúscula importancia en la Iglesia Ortodoxa, que según la tradición habría sido tejido por la Madre de Dios), más de un millón de fieles acudieron a esta veneración mariana. No podemos menos de ver el cumplimiento de las amables palabras de Nuestra Señora en Fátima: Rusia deja el error y se convierte, renace la Santa Rusia.

Muchas historias circulan sobre las conversiones en la Rusia post comunista, un ejemplo destacado es el de la filósofa Tatiana Goríchveva (atea y libertina) cuyos impresionantes testimonios de conversión evidencian la poderosa acción de la gracia junto a la libertad humana (la editorial Verbo Divino ha publicado tres libros testimoniales de Tatiana).[1]

Como señala la Congregación para la doctrina de la fe, en la citada página oficial:

Nadie en 1917 podía haber imaginado todo esto: los tres pastorinhos de Fátima ven, escuchan, memorizan, y Lucía, la testigo que ha sobrevivido, lo pone por escrito en el momento en que recibe la orden del Obispo de Leiria y el permiso de Nuestra Señora.

El actual poderoso Presidente de Rusia (Vladimir Putin) tiene antecedentes oscuros y hasta tétricos según sus detractores, quizá podamos decir que es uno más de esos renglones chuecos sobre los cuales Dios escribe derecho. Quizá la coincidencia de nombres nos permita ver en Vladimir de Kiev y en Vladimir Putin dos pragmáticos gobernantes, el primero, en medio de cálculos pragmáticos, elige en 987 al cristianismo como elemento de cohesión en su reino, el segundo se alía con la Iglesia Ortodoxa para consolidar su hegemonía política y fortalecer la nacionalidad rusa; estos son cálculos humanos que nosotros debemos ver con ojos de trascendencia, así podemos decir que lo que vemos hoy en Rusia es el cumplimiento de lo anunciado por la Virgen en Fátima, que se ha cumplido casi en su totalidad y que ha sido, sin duda, una realidad trascendente sobre los cálculos y proyectos humanos.

Lo que queda por cumplirse del mensaje de Fátima es concreto y nos atañe personalmente: que María reine en nuestros corazones.

Fuente: http://paraelbiencomun.org

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