EL ATENTADO A LA AMIA: HAY QUE JUGARSE POR LA VERDAD

Difusión Viernes 12 de Agosto de 2016

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Dr. Labaqué

Para entender la muerte del fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación de la causa Amia, desde 2003, primero es necesario que usted señor lector tenga la cara que nunca se mostró de un caso que quiere marcar la cancha de un país y de un Gobierno. Hay muchos grupos, donde se entrecruzan espías, jueces, policías y los agentes al servicio de EE.UU. y de Israel.

Fuente: ARGENTINATODAY.ORG

Por Vane Valciotta / Especial para EL SOL ABC

BUENOS AIRES (Especial). Bajos las sombras de los escritorios de los partidos políticos de la oposición, de las corporaciones, de las ongs y entidades ligadas a las directivas de la Embajada de EE.UU. en la Argentina, que es lo mismo decir o nombrar a Israel, los números de las encuestas muestran a todos sus “candidatos” por debajo de los del oficialismo.
Esta situación que no se publica o poco se comenta en los medios dominantes, por temor de agrandar a cualquier representante del kirchnerismo, ha posibilitado sacar, como recurso decisivo, todas las estrategias para debilitar y corroer el poder de  la  presidenta de  la Nación. Por ello se ha probado con  las corridas contra el dólar, la estampida de precios para acelerar la inflación, los saqueos inducidos por las policías provinciales, etc. Uno de estos últimos recursos, ha sido poner en consideración de la opinión pública “la denuncia contra la presidenta Cristina de Kirchner” por encubrimiento por los acuerdos con Irán. Y luego fue mostrar la “muerte de Nisman” ante todos los argentinos, luego de la denuncia primero mediática en TN (canal de cable del grupo Clarín) del mismo Nisman, unos días antes de su muerte. O sea que la “muerte” de Nisman era el anillo justo y perfecto para la acusación contra el Gobierno nacional por la muerte del fiscal.
Pero es necesario preguntarse y razonar con mucho cuidado y paciencia, para preguntarnos: ¿por qué en más de más de 15 años de investigación no se ha logrado nada? ¿Por qué EE.UU. e Israel, que fueron capaces de investigar al general Noriega en Panamá y luego apresarlo, como asimismo con Muammar Khadafi en Libia y luego asesinarlo, o lo que pasó con Sadam Hussein en Irak, no han podido dar con los “perejiles” terroristas que actuaron en los dos atentados en la Argentina?
Son preguntas fáciles de contestar: porque a EE.UU. ni a Israel les conviene que se sepa la verdad. Porque la verdad está muy lejos de todo lo que se vino mostrando en estos más de 21 años de investigación. Han hecho todo lo posible para que sus agentes infiltrados en  la Argentina trataran de desviar el curso de la investigación y tal fue la operación con el asesinato de Kennedy en 1963 —para lo cual la CIA creó un “perejil” como Oswald—, acá en la Argentina se creó a un tal “Telleldín” para que fuera el propietario de  la camioneta que “dicen que explotó en la Amia”. Por supuesto que Telleldín existe  —ya purgó varios años de cárcel, desde donde salió recibido de abogado, antes había sido reducidor de autos robados— y que fue cooptado por aquellos que participaron de la trama, para que en el mismo subconsciente de Telleldín se plasmara que él “estuvo en el atentado indirectamente”.
Hoy tras del caso Nisman, se pudo saber que así como Damián Patcher, que trabajaba en la redacción  del Buenos Aires Herald, también quedó a la luz que la “periodista” Teresita Dussart trabaja para Clarín y para Kroll, agencia de investigación privada a la CIA. El primero como agente de Mossad y la segunda, directamente ligada a la CIA, denunciados por la Agencia Paco Urondo, agencia de noticias argentinas, existen miles de conexiones con subagentes o agentes de segundo orden que trabajan para los enviados directos de los servicios ante aludidos.
Lo que demuestra que la Argentina sufre la más fuerte infiltración de agentes al servicio de las agencias norteamericana-israelí, que juegan desde despachos o puestos profesionales para enredar y enlodar la política y la vida social argentina, con premisas espurias siempre.

Ahora, Rafecas puso al descubierto la trama

Con la resolución de la trama Nisman, el juez Daniel Rafecas paró la andanada que se vino contra el Gobierno, en una suerte de  golpe blando, para dejar fuera de circulación al kirchnerismo. Lo que hizo es solidificar mucho más la confianza en el  liderazgo de la presidenta Cristina de Kirchner por parte de su pueblo.
La causa Amia como la voladura de la Embajada de Israel es parte de la estrategia de EE.UU. e Israel para mantener el statu quo en temas como la liberación de Palestina, Irak, Siria, Afganistán y demás pueblos árabes, ya que “con esos atentados se confirmaba una vez más de dónde proviene el ‘terrorismo’. Hace poco asesinaron —mucha casualidad que mueran los tres principales periodistas de los más prestigiosos medios de EE.UU. que preparaban un documental sobre la “verdad de los atentados a las torres Gemelas”— parte de los creadores de un documental sobre quiénes fueron los verdaderos impulsores de  los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Existe un libro esclarecedor del tema Amia

Su autor es un jurisconsulto, ex diplomático e investigador Juan Gabriel Labaké, a su vez en la actualidad es abogado querellante de Zulema Yoma en la causa por la muerte de su hijo Carlos Menem Junior, que se reabrió el año pasado.
Labaké publicó un libro “Amia-Embajada, ¿verdad o mentira?”, cuyos ejemplares “desaparecieron” misteriosamente de las pocas librerías que se atrevieron a venderlo y el mismo autor denunció una especie de silenciamiento, ya que ningún editor ni empresa editorial  quisieron entrometerse con lo “espinoso” del tema.
Lo exacto del libro que da certezas comprobadas por pericias propias y de las fuerzas de seguridad argentinas, como Policía Federal y Gendarmería Nacional, que actuaron como complementarias del FBI, CIA y Mossad, donde expone claramente los puntos donde sustenta toda su investigación:
1.- Unas semanas antes del atentado, como nunca antes se había dado en la mutual, se decretó una semana de asueto, para “fumigación”.
2. Que se encontraron rastros de polvo de óxido de hierro y polvo aluminio que es altamente exotérmica, es decir, libera calor. Y que también fueron utilizados en
la caída de las torres gemelas, en Nueva York.
3.- También existe un documento que las autoridades de la Amia tenían planificado, en proyecto existente, demoler dicho edificio para construir el actual.
4.- Por la forma y detalles luego del atentado, nunca fue utilizada una Traffic para un coche-bomba, que de haberse producido tendría que haber dejado un cráter en el lugar que hubiese explotado.
Todas estas son pruebas certeras que no se hicieron conocer y que se escondieron ex profeso, para ocultar los verdaderos motivos como quiénes estuvieron en el referido atentado. Una vergüenza para nuestro país, que dejó en manos extrañas y con intereses creados para que sucediera un hecho de tal naturaleza. Hoy se sabe mucho más.

 

Otra investigación de un medio judío
Amia, la verdad de la mentira

Por Daniel Schnitman

BUENOS AIRES (Especial- Daniel Schnitman). El juicio oral a los acusados de haber colaborado en el atentado contra la AMIA (la conexión local) llega a su fin. El reducidor de autos Carlos Telleldín ofreció devolver al Estado los 400 mil dólares que se le pagaron por haber declarado contra los ex policías bonaerenses presos desde 1996. El líder de ese grupo, el ex comisario Juan José Ribelli, denunció una “trama macabra”. También hablaron otros nueve acusados. Para todos ellos fue una suerte de desahogo. Se sienten casi libres.
Los detenidos por el atentado aseguraron ser inocentes y víctimas de una “conspiración” urdida, según declararon algunos de ellos, por el ex presidente Carlos Menem, el ex titular de la DAIA, Rubén Beraja, y el juez que inició la investigación, Juan José Galeano. 
Mientras tanto, en Pasteur 633, la querella unificada AMIA- DAIA percibe hoy más que nunca que la “Historia oficial” del encubrimiento se derrumba.
La DAIA, con la abogada Marta Nercellas a la cabeza (también abogada del detenido Rubén Beraja) y el Dr. Avila, abogado de la AMIA, intentaron, descaradamente, condicionar al TOF3 pidiendo a gritos que quede alguien preso, aunque sea solamente en base a indicios, (¿y las pruebas doctora?) mientras que el titular de la AMIA, Lic.Abraham Kaul, después de unas declaraciones muy desafortunadas, recuperó el sentido común y pidió a los jueces que decidan “con ecuanimidad y sapiencia”, sin hacer caso a “presiones políticas”, porque la entidad que preside no desea que “haya culpables a toda costa”.
Quien escribe esta columna, antes de conocerse el veredicto de los jueces (el 2 de setiembre) ve como ahora, después de 19 años de mentiras y encubrimientos, comienza a imponerse en los medios de prensa la inexistencia de la Trafic-bomba, algo que era impensable hace unas pocas semanas. En fin, ahora vamos a ver a decenas de conversos de último momento.
“El tribunal considerará que ni siquiera está debidamente probado que una camioneta Traffic funcionó como coche bomba para la voladura”, publicó a mediados de agosto pasado el diario Infobae. El autor de esa nota, un hombre cercano a la SIDE, dice que el TOF3 no consideraría probada la existencia de la (falsa) camioneta-bomba.

Un documental amañado

Por otro lado, un despacho de la Agencia DyN critica el episodio de Adrián Suar en el film colectivo 18-J, titulado “Sorpresa” calificándolo como “un pobre relato con baches técnicos” y agrega que “abona la ahora discutida teoría de la Trafic blanca como elemento decisivo de la tragedia”.
Leyendo Clarín del domingo 15 de agosto, me sorprenden los artículos de Gerardo Young y de Lucio Fernández Moores, donde ambos ahora ponen en duda la existencia misma de la Traffic, piedra basal de la mentira de ese medio durante años.
El juicio está terminando y no querrán quedar pegados a la mentira que se desmorona.
… Y sigo con Clarín, del 23 de agosto: “El 2 de setiembre se conocerá el veredicto del juicio oral. Los pronósticos indican que los cinco detenidos serán absueltos. Ellos ya piensan en el día después: juicios al Estado y algunas sorpresas. El Ribelli del día después se imagina como dueño de un estudio jurídico, demandando al Estado en millones de pesos por sus ocho años de cárcel, e intentando llevar a la prisión al juez que lo investigó, Juan José Galeano”. 
Hace tres años, al comenzar el juicio, los fiscales aseguraban que las pruebas alcanzarían para condenar a los detenidos. Estaban juntos, unidos y seguros.
Hoy, esa corporación está diezmada. Eamon Mullen renunció, José Barbaccia pasó al fuero penal tributario y ve amenazado su ascenso a juez. Miguel Ángel Romero acompaña, desde el silencio y sólo Alberto Nisman sigue en pie, aunque ha bajado su influencia. 
Julio Federik no es más el abogado de los Familiares de las Víctimas. Por ahora, pasa más tiempo en su provincia (Entre Ríos) y viene a la Capital de vez en cuando para atender la defensa del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. 
El ex comisario Juan José Ribelli se ve muy cerca de la libertad, absuelto por el caso AMIA y en libertad condicional en otros expedientes sin peso propio para retenerlo en prisión.
¿Irá contra la bonaerense? No se sabe, contra el Estado Nacional y el juez Galeano, seguro.
Carlos Telleldín también acaricia la libertad. En los últimos meses, sus condiciones de detención se aflojaron y la tecnología lo mantiene algo más cerca de la luz, que no ve desde hace diez años y tres semanas: ahora tiene celular y computadora con conexión a Internet.

La Mentira, por José Petrosino

La realidad nos indica que la incriminación de “participación necesaria” de los detenidos se arma alrededor de unos pocos y desmenuzados restos de difuso origen, de camioneta(s) Trafic(s), a los cuales a priori se les asignó: ‘haber pertenecido al coche-bomba que voló el edificio’. Evitando analizar siquiera mínimamente, la posibilidad de que hubieran sido de una manera u otra “plantados” para desviar la investigación, a pesar de que a medida que se avanzaba en esta, esa eventualidad se perfilaba como la más probable.
Uno de esos restos ha sido particularmente clave en el caso: el trozo del block motor con su N° intacto, que hallado en “confusas” circunstancias, “rápidamente” condujo al último propietario conocido del vehículo del que había formado parte: el inefable Telleldín.
Este alegó que el motor de donde provenía el trozo de block de marras, había pertenecido a una camioneta siniestrada que había comprado a su nombre (a Monjo Automotores) para “mellizarla” con una similar que había hecho robar (al dick-jockey Sarapura). Esta, (carrocería de la robada y motor y papeles de la siniestrada) la había puesto en venta mediante un aviso clasificado de Clarín el sábado 9/7/94, vendiéndola y entregándola al otro día a un desconocido, siguiendo los procedimientos “de práctica” en ese tipo de “operaciones”, que él mismo aceptó, realizaba con una cierta frecuencia.
Para probar sus dichos mostró un boleto de venta firmado por él y por un tal Ramón Martínez (el desconocido comprador) por $ 11.500. Dio otras precisiones, como que su concubina misma había contado el dinero que había sido depositado en una inmobiliaria, y que a los 2 ó 3 días, como el comprador no pasó a buscar la Carta Verde como había convenido, trató de ubicarlo en el domicilio que había dado, el cual verificó era falso. Que a partir de ahí se desentendió de la compra, y como tenía muchos problemas con los policías de su jurisdicción que lo perseguían para extorsionarlo (según él) y ya habían detenido a uno de sus secuaces, unos días después viajó a Misiones, donde se enteró a través de policías “amigos” que la Trafic que había vendido “se había usado para volar la AMIA”, y que ante la gravedad de ese hecho decidió volver para aclarar su situación.
Hasta ahí no había elementos que hicieran sospechar que Telleldin pudiera tener algún vínculo con los terroristas, ni era razonable en lo más mínimo que los tuviera, pero quedó detenido por el robo de autos.

Una historia muy particular 

A principio de 1996 la finada camarista Riva Aramayo, comisionada por Corach y en nombre del gobierno de Menem, maquinó una “historia” (traída de los pelos), que terminó siendo la base de las “novelas” acusatorias posteriores, esto es, que Telleldin no había ‘vendido’ a un desconocido su Trafic, sino que se la había ‘entregado’ a una patota policial bonaerense integrada por miembros de las brigadas de Vicente López y Lanús bajo la supervisión de un comisario de esta última, Ribelli, como pago de las extorsiones que estos le venían haciendo para “dejarlo trabajar”. El desconocido ex-comprador, Ramón Martínez, pasó a ser así un “testaferro de los policías”.
Como era lógico, a pesar del empeño puesto no fue posible encontrar evidencias objetivas que refrendaran semejante engendro, sino todo lo contrario, ante lo cual se desarrolló una negociación entre el recientemente designado abogado de Telleldin, Stinfale y la SIDE, que con la anuencia de la DAIA (Beraja), culminó en el famoso pago y en la ‘declaración’ de aquel que Galeano utilizó para procesar a los policías bonaerenses en vísperas del 2do. aniversario.
Telleldin permaneció como “testigo de cargo”, hasta que poco después y ante su total (y desagradable) sorpresa, Galeano lo procesó también, introduciendo una modificación en la trama de la historieta previamente acordada: “la Trafic no le había sido arrebatada, sino que él la había entregado previa ‘preparación especial por cuenta y a pedido’ de los policías, a sabiendas que sería utilizada en algún atentado”.
Pero la “maldita” realidad se resistía a alinearse con este “libreto” pre-establecido.
Por ejemplo, entre las ínfimas partes de Trafics colectadas no aparecían trazas de la carrocería de la de Sarapura en la que Telleldin juraba y perjuraba había hecho montar “su” motor antes de “entregarla”/venderla. Por el contrario había aparecido entre estas un trozo de cerradura de puerta lateral, pero la Trafic robada a Sarapura, no tenía puerta lateral, y la pintura de los pocos restos de chapas “encontrados”, eran de un tipo utilizado varios años después de fabricada esta.
Por lo tanto se hizo necesario un nuevo “retoque” en el libreto para adaptarlo a la realidad.
Y así finalmente se llegó a la absurda trama sostenida en el juicio por la acusación: Telleldin habría armado 2 (dos!!!!!) camionetas Trafics: una con el chasis de la robada a Sarapura y un motor desconocido; y la otra con “su” motor y un chasis desconocido, cuyas partes serían las que aparecieron entre los escombros. Poniendo en venta la primera, clasificado de Clarín mediante, y entregando la 2da. ‘especialmente preparada’.
Esta enrevesada versión que pretende justificar la archiprobada presencia de partes de varias Trafics (pero todas ellas fabricadas después del ’89 mientras que la de Sarupura era modelo ’87) entre los pocos restos presuntamente colectados entre los escombros se apoya en una declaración del mecánico Nitzcaner, que había mellizado para la venta la Trafic de Telleldin. Éste dijo: “que el motor que él montó no estaba quemado”, pero como el de la siniestrada procedía de una destrucción total por incendio, si el mecánico no mentía, resultaría que Telleldin tendría que haberle llevado otro motor para instalar en la carrocería robada.
En los alegatos acusatorios finales la fábula se bifurca:
Versión #1: la de Galeano, fiscales, y la querella AMIA/DAIA/Familiares, para los cuales la camioneta de carrocería desconocida con el motor de Telleldin, ‘especialmente preparada’, le fue entregada a los policías procesados, que a su vez se la entregaron a los “terroristas musulmanes” para volar la AMIA.
Versión #2: la de la querella Memoria Activa, que alega que esta fue ‘entregada’ para el mismo fin, pero a otra “conexión local” todavía desconocida.
Según los “imaginativos” acusadores, la razón por la cual Telleldin armó las 2 camionetas, poniendo el motor comprado a ‘su’ nombre en la que iba a aparecer entre los escombros, en lugar de usar en ‘esa’ Trafic alguno robado, era porque quería d-e-s-p-i-s-t-a-r. Sin palabras!!!!.
Este desaguisado está en línea con el sostenido por la abogada Nercellas en la radio hace poco (que ahora pretende condenas contra derecho mediante ‘presión política’ – ver P12 del 12/8/4: La DAIA necesita un culpable).
Ante el planteo de que era extraño que Telleldin, (o los policías, o los mismos terroristas) no hubieran borrado o intentado borrar, el N° de motor de la camioneta, replicó que “no lo hicieron” (así textual, porque ella lo sabe todo) porque los números no se pueden borrar de ninguna manera, ya que al haber sido punzoneados sobre el block, en un análisis metalográfico se los pueden revenir. Lo cual es falso, porque si luego de un borrado superficial se punzonea arriba otro N° es imposible distinguir el original. Pero se cuidó bien de explicar porque disponiendo de motores robados hizo poner, justamente, el comprado a su nombre en la camioneta que ‘él sabría’ (según la acusación) iba a explotar en algún atentado.

Increíblemente, el abogado Valle defensor oficial del ex policía Raúl Ibarra y los acusados Cayetano Lasala y Juan Alberto Bottegal, adhirió a la versión Memoria Activa en su dúplica de los alegatos (ver art. de Diario Judicial.com del 21/7/94: Vehículo fantasmal) postulando para defender a sus clientes: “que como la Trafic que se llevaron de la puerta de la casa de Telleldin el domingo 10/7/94, no fue la que usaron los terroristas, sus defendidos no pueden tener vinculación con estos, aún si hubieran estado entre los que se llevaron la camioneta”, y en consecuencia solicitó al TOF3 que rechace el pedido de nulidad de la declaración de Nitzcaner que habían formulado los defensores de Telleldin, alegando a su vez que esta había sido ‘arreglada’ bajo presión por los fiscales para falsamente incriminar a su cliente.
Valle también atacó la única evidencia que les queda a los acusadores para intentar sostener la existencia del elusivo coche-bomba: el amortiguador que presuntamente se clavó en el cuerpo del portero de edificio de enfrente. Alegó que una pericia indica que el tal amortiguador mostrado en la sala no estuvo en contacto con explosivos, y que el cuerpo del infortunado portero estuvo 7 días “desaparecido”.
Por otro lado, un perito de Renault declaró que por pertenecer a una Trafic chasis largo, por su tamaño no podría haber sido montado en una de chasis corto como la de Sarapura.
Habría que agregar que, aún si realmente el tal amortiguador hubiera impactado en el cuerpo del portero, bien podría haber sido plantado con los explosivos en el interior del edificio, como efectivamente lo fueron el trozo de block y algunas otras partes.
Sólo en una sociedad careta sin remedio como la de la-Argentina-que-hemos-sabido-conseguir, puede pretenderse que tamaña perversión jurídica sea refrendada en sede judicial alguna.
Les corresponde por lo tanto a los jueces Gordo, Larrambebere y Pons, la tremenda responsabilidad (y obligación) de sobreponerse a las presiones y empezar a poner las cosas en su lugar. Particularmente en lo que respecta a la probada inexistencia del coche-bomba/conductor suicida, la cual una vez que sea establecida taxativa en el fallo implicará necesariamente el inicio de una nueva investigación, que a diferencia de lo ocurrido hasta ahora, nos permitirá acercarnos a la Verdad de lo ocurrido y a la identificación de los verdaderos perpetradores, sus instigadores y sus cómplices..
La luz de la verdad llegará también para los familiares de las víctimas. Hace tres años fue expectativa y esperanza, esta vez llegará con renovada desazón. ¿Les quedará fuerza para seguir?
Seguro que sí.


Extraído de La Voz y la Opinión – Periodismo judeo-argentino independiente

El testimonio de Juan Gabriel Labaké
“YO DENUNCIÉ A NISMAN DÍAS ANTES DE SU MUERTE”

Por Ana Delicado

BUENOS AIRES (Resumen-). Juan Gabriel Labaké, abogado en la causa del atentado a la mutual judía AMIA, acusó al fiscalAlberto Nisman de traición a la patria casi cuatro semanas antes de que lo encontraran sin vida en su departamento.
La muerte del fiscal Alberto Nisman ha suscitado un nuevo interés por la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos. La inconsistencia de la denuncia que el propio Nisman presentó contra la presidenta argentina Cristina Fernández a pocos días de su deceso pone en duda toda la pesquisa que lo llevó a acusar a Irán del ataque.
La llamada pista iraní se impuso desde el momento mismo del atentado, con el abandono casi automático de otras posibilidades. La participación en la investigación de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel fue un elemento clave. La presunta utilización de un coche bomba en el atentado fue el otro factor que dirigió la evolución de la causa. El acusado de comprar aquel vehículo fue Alberto Kanoore Edul, un argentino de origen sirio que está imputado desde el inicio del proceso.
Su abogado, Juan Gabriel Labaké, denunció al fiscal Nisman por traición a la patria ante la Procuraduría General (jefatura de los fiscales) 27 días antes de su misteriosa muerte. Este medio habló con el letrado, que desde el interior de la causa, y con los documentos en mano, ha llegado a otras conclusiones de las que siguió el fiscal.

_ ¿Por qué denunció a Nisman por traición a la patria?
_ La clave está en un informe secreto confidencial que la CIA entregó a Miguel Angel Toma, por entonces jefe de Inteligencia, en 2002. Está en una caja fuerte del juzgado. Nisman me hizo firmar un acta en el que me comprometía a guardar la confidencialidad del contenido de lo que leí.
_ ¿Por qué es clave?
_ Es un informe de 150 páginas elaborado por la CIA y el Mossad, como consta en el propio documento. Cuando el ex presidente Eduardo Duhalde asumió en 2002, pidió ayuda al Departamento de Estado para refinanciar la deuda de Argentina con el FMI, y le insinuaron que arreglara el problema con la CIA, porque con el ex presidente Fernando De la Rúa (1999-2001), por una imprudencia, se había publicado la identidad y la fotografía del jefe de la estación de la CIA en Buenos Aires. La CIA había quedado muy resentida. Duhalde le pidió a su jefe de Inteligencia, Miguel Ángel Toma, que arreglara esto con el entonces director de la CIA George Tenet. El diario La Nación dio la crónica de todo esto. Toma viajó a Estados Unidos, se reiniciaron las buenas relaciones, pero Argentina aceptó investigar el tema AMIA en base a este informe confidencial.
_ ¿Cómo se instaló en la causa?
_ Ese informe vino con la indicación de Tenet de que debía manejarlo exclusivamente el agente de Inteligencia Jaime (Antonio) Stiusso por ser hombre de su confianza. Duhalde había puesto a Stiusso de jefe de contrainteligencia, que tiene en sus manos la sala de espías que pincha los teléfonos, el arma de Inteligencia sucia más importante. Stiusso tradujo el informe, bastante mal por cierto, y en enero de 2003 se lo entregó Toma al juez Juan José Galeano, primer magistrado en la causa AMIA. No alcanzó a hacer casi nada porque lo destituyeron en 2004 [por falsear pruebas]. El siguiente juez, Rodolfo Canicoba Corral, se dio cuenta de la bomba de tiempo que tenía y se hizo el distraído, hasta que a finales de 2004, las instituciones judías en Argentina, la AMIA y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), pidieron que a Nisman lo ascendieran a fiscal general y que le transfirieran las facultades de juez instructor, algo permitido cuando el caso es muy complejo y tiene enorme repercusión pública.
_ ¿Así entró Nisman en la causa?
_ Nisman llegó a tener 43 empleados, de los cuales 32 son abogados, y un presupuesto casi ilimitado. Con todo eso en la mano, Nisman fue cayendo en la red de Stiusso.
_ ¿Qué hizo usted?
_ Una vez pude leer el informe confidencial en noviembre, lo comparé con el exhorto de Nisman de 2007 que sirvió como fundamento para solicitar la extradición de ocho funcionarios y diplomáticos iraníes. Hay párrafos que son calcados. Esto me llevó a presentar la denuncia contra Nisman. Oficialmente, ese informe forma parte de la causa AMIA, sólo que no está en las carpetas de la causa, sino bajo llave.

_ ¿En qué se basó el exhorto de Nisman?
El exhorto, así como el informe secreto de la CIA, están basados en informaciones que les dan ex agentes del servicio secreto iraní que habían pertenecido a la Organización de los Muyahidines (MKO). Cuando el ayatolá Alí Jameini hizo su revolución en 1979, los del MKO se adhirieron a la revolución desde la óptica marxista ortodoxa. Cuando le propusieron seguir con acciones violentas, Jameini los sacó del poder y estos pidieron protección a la CIA, que les armó una base secreta en Irak, cerca de la frontera con Irán, donde la CIA mantuvo, adiestró y financió a 3.000 guerrilleros hasta hace tres o cuatro años, al menos. Son los que hicieron los peores atentados en Irán. Ese grupo ha sido calificado de terrorista por la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos, que retiró esa calificación hace poco. La CIA los usó en su informe confidencial y Stiusso los utilizó con nombre y apellido como prueba de la culpabilidad de Irán en el antentado de la AMIA.
_ ¿Qué alegaban?
_ Que dos años antes del ataque se había reunido el Consejo de Seguridad en Teherán y decidieron ahí preparar el atentado. Como estos iraníes habían sido parte de la Savak, el servicio secreto de Irán, los utilizaron para inculpar al país. Pero en ese momento ellos ya habían sido expulsados de la Savak, e incluso uno se había fugado del país por tener una condena penal por cheques sin fondos. Nisman cometió la grosería de usar estos testimonios en su exhorto, y por eso el fiscal iraní se quejó:‘¿Cómo usan esto para acusarnos?’.
_ ¿Por qué dirigió su denuncia precisamente contra Nisman?
_ Porque si seguía como fiscal, a mi cliente Edul no lo iban a sobreseer nunca. Durante 10 años le demostré su inocencia a Nisman por todos los medios, pero se negó a sobreseerlo. Nisman era el puntal de la CIA, la AMIA y la DAIA para sostener la acusación contra Irán por razones políticasNo permitieron hacer ningún tipo de investigación que no fuera lo estrictamente indicado por el informe de la CIA. Cuando me convencí de eso, presenté la primera denuncia a la Procuraduría General contra Nisman por mal desempeño. Me la rechazaron porque decían que no había ningún delito o irregularidad en su conducta. Pero en ese momento no tenía la prueba del informe de la CIA. Hasta que pude acceder a él. Ya con la prueba en la mano, realicé la segunda denuncia. El Art. 215 del Código Penal considera el delito de traición a la patria cuando alguien sigue las indicaciones de un organismo extranjero en desmedro del poder de decisión nacional.

_ ¿Por qué los servicios de Inteligencia de Argentina iban a permitir semejante injerencia?
_ El problema es que cuando subió el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) al poder, al retorno de la democracia, se encontró con una Inteligencia taponada de militares. Dejó 1.200 agentes afuera, que son los que luego le hicieron la vida imposible con atentados y operaciones de prensa. El caso es que le encargó la reestructuración de los servicios de Inteligencia a la Securité francesa y al Mossad israelí. Esto es oficial, no un trascendido. Y ellos dejaron sus propios topos, y también los de la CIA.
_ ¿Cuál fue la posición del Gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández ante a la pista iraní?
_ Hasta 2011, los Kirchner se habían comprometido con la política del Mossad y de la CIA, y por eso lo nombraron a Héctor Timerman como ministro de Relaciones Exteriores, dado que él les hizo ver que como vivió años en Nueva York, y como pertenece al grupo laborista de Simon Peres e Isaac Rabin en Israel, los podía conectar con el American Jewish Committee (AJC), grupo que nuclea a los más poderosos judíos influyentes de Estados Unidos. También podía servir de enlace con la AIPAC, que es la asociación que ellos tienen para que Estados Unidos apoye a Israel. La revista Forward, de la colectividad judía en Nueva York, publicó que a raíz de un viaje de los Kirchner en 2006 a una asamblea del AJC, ambos se reunieron con la directiva y acordaron orientar la investigación de la AMIA estrictamente sobre la acusación a Irán.

_ ¿Qué pasó después?
_ La presidenta comenzó a sospechar de Stiusso desde enero de 2011, cuando ordenó a Timerman que tomara contacto con su homólogo sirio para que este país le sirviera de intermediario con el embajador de Irán. Comenzaron a abrirse las aguas entre Stiusso y Cristina cuando ella firmó el Memorándum de Entendimiento con Irán en enero de 2013. Es cuando él comenzó a preparar acciones sicológicas contra el Gobierno. Stiusso, que no es ningún tonto, armó una red en donde los jueces dependían de él, no del Poder Ejecutivo. Mientras las cosas fueron amablemente bien entre él y los Kirchner, no hubo problema. Todos los juicios que comenzaron a activarse contra la presidenta surgieron cuando desde la Secretaría de Inteligencia (SI) Stiusso empezó a fogonearlos.
_ ¿Qué motivó al Gobierno la firma del Memorándum con Irán?
_ No me atrevo a dar una respuesta categórica. Puede ser un guiño a Estados Unidos, que en ese momento comenzó una sutil aproximación a Irán con el actual presidente Hasán Rouhaní. En segundo lugar, el tema de la acusación contra Irán se ha pulverizado. Después de mandar su exhorto a Irán pidiendo la extradición de los ocho funcionarios iraníes, Nisman dijo que este país nunca le había contestado, lo cual es una flagrante mentira. Irán contestó en 2008 destruyendo en 37 páginas la argumentación del fiscal y pidiendo pruebas. Nunca las recibieron.
_ Usted también denunció a Nisman por abuso de autoridad y falsa denuncia…
_ Nisman hizo un segundo dictamen hace dos años, acusando a diez países latinoamericanos de tener células terroristas iraníes dormidas. Sumando todo, además, hay discriminaciones contra los musulmanes más que probadas.
_ ¿Qué ganaba Argentina desviando la investigación?
_ La Argentina está atada a la política norteamericana desde el derrocamiento del ex presidente Juan Domingo Perón. Nunca pudo tener de nuevo una política independiente en el exterior. Nosotros tenemos una dependencia desgraciadamente cultural respecto a Estados Unidos. No hace falta que nos presione con nada. La gente comúnmente lo acepta. Desde la crisis de 2001 en adelante, la admite con el argumento de que estamos muy débiles, lo cual es cierto. Pero se podría trazar igual una estrategia para irse liberando poco a poco de esa tutela.
_ ¿Pero el Memorándum de Entendimiento con Irán le ha causado a Cristina muchos problemas?
_ Charlé con ella en octubre y le saqué el tema AMIA. Me pareció ideológicamente convencida de que había que dar un viraje. Quizás lo han hecho muy torpemente porque además tienen las manos sucias, vienen de relaciones carnales redivivas con Estados Unidos e Israel, pero me parece que en ella hay una cuota de decisión ideológica de realineamiento en esta jugada.

_ ¿Qué razón de ser tendría el atentado a la AMIA?
_ Nuestra sospecha es que se hizo por peleas internas de Israel para terminar con las tratativas de paz entre el exp rimer ministro Isaac Rabin y el entonces presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Yaser Arafat, pero lo usaron en un primer momento para inculpar la línea Irán-Siria-Hezbollah-Edul, mi cliente. Yo intervengo en la causa para defenderlo, porque lo acusaron de comprar la furgoneta que supuestamente explotó en la AMIA, y de armarla con explosivos.

_ ¿Una masacre para detener a Rabin?
_ Argentina tuvo dos atentados: la explosión a la embajada israelí se produce en marzo de 1992, y la explosión en la AMIA, en julio de 1994. Al año de los acuerdos de Madrid entre Arafat y Rabin en 1991, explotó la embajada. Dos años después, explotó la AMIA, y año y medio después, lo mataron a Rabin. Entre medio, hubo 11 atentados más, todos en una línea de amedrentamiento contra Rabin. A los dos meses del atentado a la AMIA, Rabin firmó el acuerdo de paz con Jordania, que era preparatorio del acuerdo final “Paz para el Territorio”: los palestinos recibían los terrenos sustraídos en la guerra de 1967, y garantizaban a cambio la tranquilidad del Estado de Israel.

_ ¿Quién quiso impedirlo?
_ Los sectores derechistas ultrarreligiosos israelíes, que por entonces se agrupaban en el movimiento Gush Emunim. Un activista de este grupo fue cooptado por un sector del servicio secreto israelí Shin Bet, dedicado a la seguridad interior, para matar a Rabin. El detalle es que en cada aniversario de la muerte de Rabin, el grupo del actual primer ministro Benjamin Netanyahu va a rendirle homenaje al asesino de Rabin.
_ ¿Qué pasó con el atentado a la embajada israelí en Buenos Aires?
_ Tiene la misma estructura que el atentado a la AMIA, por la organización logística y por el encubrimiento. El ataque a la embajada no se produjo con coche bomba sino con explosivos colocados dentro del edificio. Pero cuando la policía comenzó a estudiar la explosión interna, el jefe de seguridad de la embajada se presentó en comisaría y presionó para que se tomara como única pista de investigación el coche bomba. Esto lo descubrió el secretario penal de la Corte Suprema, Alfredo Bisordi, que fue a la comisaría intempestivamente al día siguiente del atentado, y se encontró al jefe de seguridad.
_ La Corte intervino en la investigación de ese ataque…
Como había una discusión de si hubo coche bomba o no, la Corte le pidió a la Academia Nacional de Ingeniería una pericia por digitalización computarizada. Determinaron que la explosión fue adentro de la embajada, pero como la misma embajada protestó, la Corte citó en una audiencia conjunta a los peritos de la Federal y de la Gendarmería, que sostenían que el ataque fue con coche bomba, y a los de la Academia. Los peritos de esta institución destrozaron la argumentación de la Gendarmería y de la Federal, y la Corte declaró públicamente una nueva pista de investigación hacia la explosión interna, sin abandonar la del coche bomba. El por entonces embajador Itzhak Avirán tomó el micrófono en un canal de televisión y dijo que si hacían eso, lo considerarían un acto claro de antisemitismo y promoverían un juicio político a la Corte. Ésta cedió, y en 1998 declaró que no se podía determinar quién produjo el atentado, pero que había sospechas de que fue un grupo de la yihad islámica. Un año después, de manera secreta, esa declaración de la Corte se transformó en un fallo, y el caso quedó archivado. La embajada, entre tanto, nunca pidió la producción de ninguna prueba.
_ ¿Qué sucedió en la AMIA?
_ En la AMIA sucedió lo mismo. No había coche bomba, ni cráter en la vereda [acera]. Los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman escribieron el libro Cortinas de Humo en el que se recoge el testimonio de once testigos que no vieron ninguna camioneta estrellarse contra el edificio. Con la explosión, los muebles del departamento vecino a la AMIA se corrieron hacia la ventana que daba hacia la calle, y no al revés. Si hubiera existido el coche bomba, el edificio de enfrente habría sufrido más daños de los que tuvo. La forma en que se desploma parte del edificio también es elocuente para llegar a esta conclusión.
_ ¿Quién investigó aquello?
_ El ex presidente Carlos Menem, en una actitud inédita y por única vez en la historia del país, trazó una línea imaginaria alrededor de la AMIA, y por decreto presidencial, cedió ese perímetro como lugar de competencia para que investigaran al Ejército israelí, a la Mossad, al FBI y a la CIA. Nuestra Gendarmería y la Policía tuvieron que ponerse a las órdenes del Ejército israelí y del FBI. En esas condiciones, un militar de Israel se encontró con un motor con el número de fabricación intacta caminando entre los escombros.
_ Se mantuvo la tesis del coche bomba…
_ El sionismo en Argentina presionó lo suficiente para que fuera la única pista de investigación. El juez Galeano, en 1996, dudó de la existencia del coche bomba y le pidió al director del Instituto de Estructura y Explosivos de la Facultad de Ingeniería de Tucumán, el Dr. Rodolfo Danesi, que hiciera una pericia por computación digitalizada, la cual determinó que el explosivo, de entre 300 a 400 k de amonal, estuvo dentro de la AMIA a metro o a metro y medio desde la puerta de entrada.
_ ¿Quién cree que está detrás del atentado?
_ Por quien encubre y por la forma de comportarse de Israel, creo que fue el mismo sector de Sin Beth el que produjo el atentado. Dos horas después del ataque, el Departamento de Estado israelí le comunicó a nuestra embajada en Washington que los responsables eran Irán y Hezbolá.

_ ¿Qué interés podrían tener en atentar contra una comunidad judía?
_ Estados Unidos ha usado el atentado a la AMIA para culpar a Irán de ser terrorista. Israel, en su insistencia ante Estados Unidos de atacar a Irán preventivamente, usó como casus belli el tema de la AMIA. Hasta once veces ha venido un embajador o un alto cargo de Israel a decir que fue Irán. En tres de ellas, han dicho que tenían pruebas. Yo le pedí a Canicoba y a Nisman que presentaran esas pruebas. Los dos exhortaron diplomáticamente a Israel, pero nunca hubo respuesta.

_ Dígame al menos un par de certezas sobre la responsabilidad de Israel en el atentado…
_ En derecho se parte de una investigación criminalista en base a dos supuestos: ¿a quién beneficia y a quién encubre?. A quién beneficia es el primer sospechoso. El encubridor sabe quién es el encubierto y es también sospechoso. En ambos casos, Israel está de por medio.
_ ¿Y cuál es su propio interés en el caso?
_ He perdido clientes por defender a un ciudadano de origen sirio. Soy político, y se me han negado todos los accesos a la prensa. Nadie quiso publicar mi libro Amia-Embajada, ¿verdad o fraude?, ni distribuirlo, ni venderlo. Mandé ejemplares a 153 periodistas de grandes medios de comunicación y nunca tuvo eco.
Mi interés, al margen de defender a Edul –lo hago gratis, porque lo han fundido económicamente con esta acusación— es intentar liberar a Argentina de este pegajoso tema. Mientras nosotros no solucionemos esto, mientras no levantemos la acusación de que no hemos querido investigar lo de la AMIA, nos van a ligar al conflicto de Medio Oriente. Y esto ha servido en Argentina para crear el clima de que se está protegiendo a Irán. Y cabalgando sobre esto, desestabilizan un Gobierno. El problema es que, en realidad, desestabilizan al país. (El Libertador en línea.com). (Fuente: www.publico.es).

Fuente:http://www.elsolabc.com.ar/nota/item,4238/seccion,4/subseccion,0/titulo,la-verdad-sobre-atentado-a-la-amia
 

Fuente: ARGENTINATODAY.ORG

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