Rosario atraviesa una crítica realidad ante el avance de las bandas narcos criminales.
A esto se le suma el drama de menores de edad atravesados por el consumo de las drogas y la violencia que se vive en los barrios más vulnerables.
Sostuvo que la ciudad es muy grande y las redes comunitarias se deterioraron con el paso de los años y la pandemia agudizó la situación. Lamentó que hay “muchos niños, adolescentes y jóvenes que fueron captados y se generó un clima cultural a favor del narcomenudeo”.
Belay también expuso la facilidad con la que acceden a las armas y sostuvo qué es lo “más triste de la realidad”: “Vemos chicos con promedio de vida de 25 años”. “Nos preocupa el presente pero también los niveles de discapacidad que va a tener esta ciudad dentro de unos años cuando a estos chicos los veamos crecer a travesados por el consumo de algo que los está quemando el cerebro”, manifestó.
El cura párroco sostuvo que para recuperar a esos menores es necesario “prepararse para acompañar esos procesos de vida”.
Ante la llegada de las fuerzas federales, consideró: “Vienen a hacer algo de impacto y se necesita mucho, pero necesitamos acompañar las vidas porque son los hijos de nuestro pueblo”.