Cristiano Ronaldo: «Lloré con mi hijo al decirle que su hermano había muerto»
Cristiano Ronaldo mostró su visión trascendente de la vida y la muerte.
Autor: ALETEIA
El periodista Piers Morgan ha publicado íntegra la conversación que tuvo con Cristiano Ronaldo. Y los nuevos detalles desvelan una faceta del delantero portugués inusualmente frágil y humana.
El mundo del fútbol mira con un ojo hacia el Mundial de Qatar, mientras con otro sigue de cerca el goteo de declaraciones que Cristiano Ronaldo concedió al periodista inglés Piers Morgan. Después de publicar diversos fragmentos a lo largo de varios días, el jueves por la noche Morgan publicó por fin la conversación íntegra en su canal de Youtube.
Y mientras en lo futbolístico no ha dejado grandes titulares, los nuevos detalles sobre su vida familiar y sobre la muerte de su hijo recién nacido, el pasado mes de abril, desvelan un rostro del delantero portugués muy diferente del que suele mostrar: frágil, herido, humano y con una visión trascendente de la vida y de la muerte.
«Al decírselo a Cristiano Jr. lloramos juntos en su habitación»
Después de haber asegurado que la muerte de su hijo había sido «el momento más difícil de mi vida, después de la muerte de mi padre», y reconocer que ha padecido consecuencias que son propias de un padre que sufre un duelo perinatal (desconcierto vital, angustia, incomprensión, mal rendimiento profesional…), CR7 explica cómo transmitió, con gran empatía e incluso con lágrimas, la dura noticia a sus otros cuatro hijos.
«Al llegar a casa, los niños empezaron a decir, ¿Dónde está el otro bebé? ¿Dónde está el otro bebé? Fue muy difícil. Por supuesto, tuve una conversación con Cristiano Jr., porque ya tiene 12 años y lo entiende todo. Tuve una conversación reconfortante con él. Lloramos juntos en su habitación y le expliqué que este tipo de cosas no las podemos comprender. Él lo entendía, pero al mismo tiempo, estaba un poco confundido», relata el delantero.
«Seamos francos y digamos a los niños que Ángel se ha ido al Cielo»
La confusión de los otros pequeños no era menor, aunque sí más inocente, como de hecho suele ocurrir en los hogares en que se sufre la pérdida de un bebé: «Al llegar, los otros niños se sentaron a la mesa y empezaron a preguntar si, como ella [Georgina, la madre del bebé] tenía todavía un poco de barriga, es que tenía aún que nacer. Es un proceso duro…», confiesa. Un proceso para el que el mejor remedio ha sido hablarles a sus hijos del cielo, en palabras del delantero:
«Después de una semana, dije: ‘Seamos francos y honestos con los niños y digámosles que Ángel, que es el nombre que le damos, se ha ido al Cielo’. Es mejor hablarles de esa manera y los niños lo entiende. Ahora, cuando jugamos a tiros en la mesa [meter una pelota en varios vasos puestos en una mesa] y alguno encesta, dicen: ‘Papi, esto lo hice por Ángel’. Y señalan al cielo… Esto es parte de la vida. Y no voy a mentirles a mis hijos. Prefiero decirles la verdad, que es un proceso difícil, pero que a la vez me vuelve más padre, más amigable, y ellos se vuelven más cercanos con papá».
«No soy de esparcir las cenizas al aire o al mar»
Tras escuchar cómo Cristiano guarda las cenizas de su bebé, junto a las de su padre, en una capilla construida en su casa («porque yo no soy de esparcirlas por el aire o tirarlas al mar, yo quiero que estén conmigo toda mi vida»), Morgan, que mantiene una evidente buena relación personal con el futbolista, le presenta el hecho de que la muerte de un bebé «es un dolor muy intenso que puede separar a las parejas, o acercarlas».
«En mi caso -asegura el portugués-, hemos ido a mejor. Este camino me ha vuelto más amigable con Gio [Georgina]. Yo ya era, por supuesto, su amigo, pero ahora me veo más… más amoroso, para ella y para mis hijos. Y empiezo a ver la vida con otra perspectiva».
De hecho, el exdelantero del Real Madrid se refiere numerosas veces a Georgina, alabando su fortaleza. Incluso reconoce que fue ella la que le animó a seguir jugando al fútbol para recuperar la normalidad, y la que mostró el camino para superar el dolor, mirando a los ojos de sus hijos: «Escucha, tenemos más hijos. Tenemos una recién nacida, Bella [la melliza que sobrevivió en el parto], así que también tenemos que estar felices para ellos», dice en alusión a Georgina.
¿Más hijos? «Solo Dios lo sabe»
El capítulo sobre su vida familiar concluye con dos declaraciones muy poco frecuentes en la carrera de CR7. La primera, cuando al ser preguntado sobre si tendrá más hijos y el astro luso se pone en manos de Dios, con una expresión pausada que no refleja una mera frase hecha: «No estoy pensando ahora en más niños. Creo que lo haremos, pero nunca sabemos el futuro… Solo Dios lo sabe… Ahora queremos descansar y disfrutar de los que tenemos, porque son pequeños».
Y la mención a Dios no es baladí, teniendo en cuenta cómo había entendido hasta ahora la paternidad: CR7 tuvo a Cristiano Ronaldo Jr. con una desconocida con la que tuvo una aventura esporádica, y cuya custodia reclamó para evitar que fuese abortado; a los gemelos Eva Maria y Mateo,frutos de un vientre de alquiler, lo que les impide conocer a la madre que los gestó; a Alana, su primera hija con su actual pareja, la modelo Georgina Rodríguez, con quien aún no está casado; y la pequeña Bella.
«Desde una altura diferente»
La segunda, sobre su pareja, con la que dice que se casará en el futuro:
«Georgina tiene una vida y una historia muy interesantes. Y me ayuda mucho. Es muy madura para su edad y nos ayudamos mutuamente. A veces, cuando estoy un poco deprimido, ella me empuja hacia arriba, y yo lo hago por mi parte. Así que somos una buena pareja: nos ayudamos uno a otro y estoy muy feliz de que ella esté a mi lado».
A pesar de que sus espectaculares éxitos deportivos lo habían convertido en un ídolo mundial y en uno de los futbolistas mejor pagados del mundo, la entrevista con Piers Morgan muestra que ha sido la muerte de su bebé y la reacción de la madre lo que ha llevado a Cristiano Ronaldo a ver la vida «desde una altura diferente».
Este es el vídeo de la entrevista que concedió Cristiano Ronaldo (en inglés):
Autor: ALETEIA