EE.UU. vs Alemania

ACTUALIDAD Martes 30 de Julio de 2024

100_zzzzzzzzzzz-eeuu-vs-alemania.jpg
ALTERNATIVA Agencia Creativa Multimedios

Dos modelos de Iglesia opuestos

Autor: Padre Santiago Martín

Esta semana se ha celebrado en Indianápolis el Congreso Eucarístico Nacional de Estados Unidos. Al menos 50.000 personas han abarrotado el estadio donde se ha celebrado el evento. Éste se ha visto precedido por una extraordinaria preparación en las Diócesis y por una impactante actividad: la marcha por todo el país de los llamados “peregrinos perpetuos”, que han recorrido más de 10.000 kilómetros y que, a su paso por pueblos y ciudades eran acogidos y acompañados por los católicos del lugar, suscitando un fervor inmenso. Fue un gran acierto de la Conferencia Episcopal norteamericana poner en marcha este Congreso y la causa estuvo en la caída de la práctica religiosa tras la epidemia del Covid y también en el debate que surgió sobre el acceso a la comunión de los que no estaban en gracia de Dios o de los políticos católicos que eran abortistas. Los obispos, con gran inteligencia, no se limitaron a recordar las enseñanzas de la Iglesia al respecto, sino que decidieron convocar este Congreso Eucarístico para tener la oportunidad de recordar a todos los católicos no sólo que Cristo está presente en la Eucaristía, sino que se debe acudir a Misa cada domingo y que para comulgar hay que estar en gracia de Dios. El gran éxito obtenido les ha dado la razón.
La otra cara de la moneda la representa Alemania. Hace unos días se hicieron públicas las cifras de las apostasías que han tenido lugar en ese país durante el año 2023. Como allí está ligado apostatar con pagar el impuesto religioso -el que no paga es expulsado de la Iglesia- es fácil conocer las cifras: más de 400.000 alemanes dejaron oficialmente de ser católicos y, como consecuencia, no podrán recibir los sacramentos, ya que se considera que se han auto excluido de la fe. Si no pagas no eres católico y si no eres católico no puedes comulgar o, incluso, solicitar un funeral. Así son los liberales que dominan y gobiernan esa Iglesia tan democrática.
A propósito de esta noticia, un famoso experto en marketing, el profesor alemán Veit Etzold, ha publicado en la revista Focus un artículo en el que afirma que en cualquier empresa privada que pierda medio millón de clientes al año, sus directivos habrían sido despedidos inmediatamente y puestos en profunda revisión sus métodos. Pero Veit Etzold ha ido más allá de esa evidente conclusión y se ha preguntado por la causa de un desastre que se repite año tras año. Para él, lo que está sucediendo en Alemania se debe a que sus dirigentes -los obispos y los laicos del poderoso Comité de Católicos alemanes- se dedican a contentar a los que no van a misa, que siguen sin ir, y abandonan a los que sí van, que se sienten decepcionados y se marchan. El profesor alemán afirma que “aunque los obispos repiten como loros desde hace veinte años que las apostasías se deben a que la Iglesia no está lo bastante adaptada a la modernidad, la realidad es la inversa. La Iglesia está tratando de congraciarse con la corriente principal de la izquierda verde hasta el punto de abandonarse a sí misma. Los eventos religiosos se están convirtiendo en eventos políticos rojiverdes y la Iglesia está tratando de atraer a personas que no sienten más que desprecio por la religión y que nunca van a Misa”. Se podría discutir si la adaptación de la Iglesia al mundo merecería la pena si se consiguieran conversiones y si no se produjeran abandonos, pero ni se logra lo primero ni se evita lo segundo. Cuanto más adaptada al mundo, menos interés suscita la Iglesia en ese mundo al que ahora quiere servir, y más decepciona a los que quieren servir a Jesucristo.
Dos Iglesias, la norteamericana y la alemana. La primera, ha decidido sacar al Señor a la calle, para adorarle y para decir a todos que Él es el centro de su vida y que no tiene ninguna intención de servir a otro señor más que a Él. La segunda, se ha puesto de rodillas ante el mundo, con la excusa de que si no lo hace se van a ir más católicos que si se mantiene fiel a Cristo. Dos resultados también diferentes: la Iglesia en Estados Unidos está viva, mientras que en Alemania languidece y muere. La primera tiene futuro y la segunda pronto no tendrá ni el dinero suficiente para pagar a los miles de empleados que tiene contratados. Se cumplen las palabras del Señor: si la sal se vuelve insípida, sólo sirve para que la echen a la calle y la pisen los hombres. Esos hombres a los que los obispos alemanes reverencian y quieren servir, les desprecian precisamente porque no les interesa seguir a alguien que les dice lo que ellos ya saben.

Autor: Padre Santiago Martín

Dejá tu comentario