Los ciudadanos reunidos el 27 y 28 de junio en la rotonda del parque Sarmiento, lo hicieron de manera espontánea guiados por la convicción de defender la Bandera Nacional que aglutina bajo sus colores a los habitantes de toda la Nación.

Aquellos que fueron protagonistas en los hechos, estuvieron imbuidos de amor a la Patria y a la Bandera del Grl. Manuel Belgrano. Por lo tanto, su defensa, no fue una excusa como dicen los autores del artículo, más allá de algún exceso por parte de algún vecino al defenderse de las agresiones sobre personas afines a los grupos minoritarios financiados por el lobby LGTB.

Lo cierto es que el artículo escrito en La Voz del Interior, tergiversa los hechos fomentando el odio entre argentinos, a manera de ruleta rusa entre los argentinos.

El artículo, además, desnaturaliza la profética figura de un soldado como fue el coronel Seineldín que anticipó hace 30 años, la tragedia griega en la cual estamos inmersos. Fue condenado por rebelión y no por intentar derrocar un gobierno elegido legítimamente, algo que dejó claro el tribunal que lo condenó a prisión; y. por si no lo saben quiénes escribieron el artículo mencionado. fue el coronel Seineldín quien se opuso al golpe de estado de 1976.

Otro hecho destacado por los autores de dicho artículo es resaltar la presencia de integrantes del partido Renacer que reivindican un período nefasto de la historia argentina; pues allá ellos.

Llama la atención que los firmantes de dicho artículo no destaquen la defensa apasionada de la ley 23.208/85, que regula los usos que debe darse a la bandera en mástiles y del art. 222 bis del Código Penal, el cual expresa, modificaciones mediante, que "será reprimido con uno a cuatro años el que públicamente ultrajare la bandera, el escudo o el himno de la Nación o los símbolos provinciales." 

También llama la atención que a los periodistas, no los incomode u ofenda la presencia de la masonería, verdadero poder oscuro y oculto detrás del régimen de sometimiento y pobreza actual, o que no incluyan como acto de odio la quema de la bandera nacional y las amenazas de muerte hacia los veteranos de Malvinas, que perpetraron grupos minoritarios y residuales que representan a los sectores del nuevo orden mundial enmascarados en el lobby LGTB.

Salvo que se trate de dos plumas prostituidas, las pertenecientes a Matías Calderón y Ana Dalmasso, estamos convencidos que hay que ser cautelosos a la hora de defender lo indefendible, porque se puede caer en la trampa que azuzando el odio entre argentinos podemos construir una sociedad más justa y en paz entre los argentinos de buena voluntad. 

Ya en otros tramos de nuestra historia nacional, se alimentaron las brasas con nafta dejando un reguero de sangre al costado del camino producto del enfrentamiento entre argentinos.

Estamos convencidos que los odiadores son aquellos que tergiversan los hechos y la historia; los odiadores son aquellos que tratan de imponer supuestos derechos de minorías como si se trataran de amplias mayorías; los odiadores son aquellos que ignoran las leyes para sembrar la anarquía y la anomia social; los odiadores son aquellos que se ponen al servicio de intereses oscuros que nada tienen que ver con los intereses nacionales y del gran pueblo argentino. 

Éste como muchos otros artículos del odio nos han llevado al límite del abismo y a la disolución como sociedad y Nación.

Esta mesa coordinadora exige responsabilidad a quienes escriben sobre 'odio y odiadores', a quienes buscan chivos expiatorios de la propia incapacidad para cuestiones superiores como, por ejemplo, defender y jugarse por los símbolos patrios, siguiendo el ejemplo de los fundadores de la Nación argentina.