Esta iniciativa confirma el compromiso en favor de la transparencia asumido por el IOR (Banco Vaticano) de denunciar, en las sedes competentes, las potenciales irregularidades cometidas contra él y de tomar, como en este caso, cualquier medida apropiada para proteger sus intereses financieros y su reputación también fuera de las fronteras de la Ciudad del Vaticano.