El papa Francisco declara mártir a un juez asesinado por la mafia
El Papa firma nuevo decreto para la causa de canonización de un magistrado italiano, asesinato en odio a la fe
Fuente: ALETEIA
El papa Francisco firmó el decreto que reconoce el martirio de Rosario Angelo Livatino, fiel laico, magistrado italiano asesinado por la mafia en Sicilia.
El Siervo de Dios nació el 3 de octubre de 1952 en Canicattì (Italia) y fue asesinado, por odio a la Fe, en la carretera que va de Canicattì a Agrigento (Italia), el 21 de septiembre de 1990.
Esto se lee en el decreto firmado, el 21 de diciembre de 2020, por el papa Francisco, tras recibir en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Confirmación a los 35 años, vivió una fe auténtica
El servidor de las leyes que será beatificado, se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo y el 9 de julio de 1975 se graduó con honores.
«Desde su juventud – se lee en el comunicado de la Santa Sede – participó en la Acción Católica y frecuentó la parroquia, donde mantuvo conversaciones jurídicas y pastorales; dio su contribución en los cursos de preparación al matrimonio y participó en los encuentros organizados por las asociaciones católicas. Incluso como magistrado continuó viviendo la experiencia de la comunidad parroquial».
Y en 1988, «a los 35 años, después de haber seguido regularmente el curso de preparación, quiso recibir el sacramento de la Confirmación».
El martirio en una emboscada de la mafia
«En aquellos años en Canicattì y en toda la zona de Agrigento la situación social se vio sacudida por una verdadera ‘guerra’ mafiosa, que vio a los clanes emergentes (llamados Stiddari) enfrentados a la Cosa Nostra, cuyo padrino local era Giuseppe Di Caro, que vivía en el mismo edificio de apartamentos que el Siervo de Dios».
«El 21 de septiembre de 1990, el Siervo de Dios murió en una emboscada, en la carretera estatal 640 que va de Canicattì a Agrigento, mientras viajaba solo, en su coche, para ir al Tribunal, donde trabajaba».
La mafia lo llamó “el santurrón”
«La motivación que impulsó a los grupos mafiosos de Palma di Montechiaro y Canicattì a ejecutaral Siervo de Dios – continúa la nota – fue su conocida rectitud moral respecto al ejercicio de la justicia, arraigada en la fe».
Durante el juicio penal se supo que el jefe provincial de la Cosa Nostra, Giuseppe Di Caro, que vivía en el mismo edificio que el Siervo de Dios, se refirió a él con desprecio como un santo por su asistencia a la iglesia.
Para sus verdugos, el Siervo de Dios era considerado inabordable, inmune a los intentos de corrupción precisamente por ser un católico practicante.
De los testimonios, también del instigador del asesinato, y de los documentos del juicio, se desprende que la aversión hacia él se debía inequívocamente al odium fidei. Inicialmente, los verdugos habían planeado la emboscada frente a la iglesia donde el Magistrado hacía su visita diaria al Santísimo Sacramento».
«La fama de martirio del Siervo de Dios persiste hasta el día de hoy y va acompañada de una cierta fama de signos», afirma la Congregación para la Causa de los Santos.
Otros decretos
Durante la Audiencia del 21 de diciembre, el Papa autorizó a la misma Congregación a promulgar los Decretos relativos a otras causas de canonización:
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios Vasco de Quiroga, obispo de Michoacán; nacido alrededor de 1470 en Madrigal de las Altas Torres (España) y fallecido en Pátzcuaro (México) el 14 de marzo de 1565. – las virtudes heroicas del Siervo de Dios Bernardino Piccinelli (en el siglo: Dino), de la Orden de los Siervos de María, obispo titular de Gaudiaba y auxiliar de Ancona; nacido el 24 de enero de 1905 en Madonna dei Fornelli, pueblo de San Benedetto Val di Sambro (Italia) y fallecido en Ancona (Italia) el 1 de octubre de 1984. – las virtudes heroicas del Siervo de Dios Antonio Vicente González Suárez, sacerdote diocesano; nacido el 5 de abril de 1817 en Agüimes (España) y fallecido en Las Palmas (España) el 22 de junio de 1851. – las virtudes heroicas del Siervo de Dios Antonio Seghezzi, sacerdote diocesano; nacido el 25 de agosto de 1906 en Premolo (Italia) y fallecido en Dachau (Alemania) el 21 de mayo de 1945; – las virtudes heroicas del Siervo de Dios Bernardo Antonini, sacerdote diocesano; nacido el 20 de octubre de 1932 en Cimego (Italia) y fallecido en Karaganda (Kazajstán) el 27 de marzo de 2002. – las virtudes heroicas del Siervo de Dios Ignác Stuchlý, sacerdote profeso de la Sociedad de San Francisco de Sales; nacido el 14 de diciembre de 1869 en Bolesław (hoy Polonia) y fallecido en Lukov (República Checa) el 17 de enero de 1953. – las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Rosa Staltari, religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de María Santísima Corredentora; nacida el 3 de mayo de 1951 en Antonimina (Italia) y fallecida en Palermo (Italia) el 4 de enero de 1974.
Fuente: ALETEIA
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