8N-2012: COMIENZO DEL FIN DEL GOBIERNO CIVIL MÁS CORRUPTO DEL CONO SUR

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“...Sólo los necios niegan lo que se muestra, vívido ante sus ojos” - Éste puede ser el colofón del magnífico ejercicio de soberanía popular que realizaron los argentinos ayer Jueves 8 de Noviembre de 2012 en la masiva convocatoria internacional llamada 8N.

Fuente: Claudio Serra Brun

(Extraído textualmente del blog. Los resaltados nos pertenecen) Una protesta contra la inaudita corrupción del gobierno KiKi, que transformó su gestión en una especie de mafia prepotente decidida a copar todos los resortes e instituciones del país.

Organizados por su antiguo líder, un gobernador de provincia muerto hace unos años, el sistema de gobierno que él maquinó en los 20 años de control feudal en su lejana provincia patagónica, le sirvió para extrapolar su “modus operandi” una vez que desembarcó en la capital del país, aprovechando la desorganización política de los partidos mayoritarios. Aupado al poder con el apoyo de los sectores sindicales peronistas, este oscuro y maquiavélico personaje comenzó su tarea de andamiaje político dentro del peronismo, gracias a la venalidad de su círculo de poder, ya enriquecido en las tierras patagónicas, y gracias a la extraordinaria alza de los comodities, los cereales y en especial la soja, nuevo “oro verde”, torrente de dólares para las arcas del gobierno, que comenzó a manejarlas con fruición y “a piacere”…

Muerto el organizador hace un par de años, le sucede su viuda, en una operación de estiramiento de la gestión de gobierno, que sólo la muerte pudo truncar, ya que estaba programada para que se sucedieran ambos mutuamente en forma indefinida, marido y mujer, y el círculo de la “Cosa Nostra”, la banda de 500 ladronzuelos devenidos a magnates de las finanzas y la industria nacional, gracias a las dádivas de concesiones, obras públicas, juego, casinos, y quién sabe si también de blanqueo de capitales de dudoso origen caraqueño y trasiego de paquetes de sustancia blanca.

El nudo gordiano de este plan, era cómo convencer a la gente, de que el programa del partido era el mejor, que colmaría las aspiraciones de la población.

Para esto acudieron a los ideólogos del tardo facho-bolchevismo, anacrónico conglomerado de pseudo-teóricos de izquierda, preocupados más en la rápida injerencia de sus “teorías” en los negocios del Estado, que en la pureza conceptual que se arrogan. Así se fue construyendo una estructura mental y discursiva promocionada como “El Relato”, curiosa forma de enajenar a la gente sustituyendo los hechos de la realidad por un cuento increíblemente torpe y maniqueo de buenos y malos, de culpables y mitos de cartón piedra.

Fieles seguidores de los consejos del nazi Goebbels en cuanto a propaganda, no dudaron en comprar todos los medio de prensa, radio y televisión, para difundir “El Relato” a toda hora, cumpliendo con el axioma nazi de que “una mentira, repetida mil veces, se convierte en una verdad”.

Así llegamos a los nueve años de gobierno nacional, y Argentina, tierra de millones de trigales, que exporta alimento a 300 millones de personas, tiene al 40% de la población hambreada y carenciada, la criminalidad campea dentro de las instituciones y por las calles, y la inflación es del 30%.

Pero “El Relato”, extendido como una mancha de aceite en el mar, llegó a cubrirlo todo, hasta el inconsciente colectivo se convirtió en un sumiso receptor del mensaje imperante.

Como a toda historia contrahecha, a ésta le llega un momento, casi desapercibido para “El Relato” triunfante y sus comisarios políticos, en que una pequeña vibración comienza a modular, y genera sintonías y armónicos imprevisibles, y pronto se acrece y se convierte en un arco poderoso que retumba y resquebraja el castillo de cal que enmascara la realidad, frente a los ojos de la gente.

Así estamos en este país, y es ahora en que ha dado comienzo, lenta pero inexorablemente, el principio del fin del régimen… ¡Viva la música de los pueblos libres!

Fuente: Claudio Serra Brun

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