Cardenal Sarah: Nunca me he opuesto al Papa Francisco
En la primera entrevista luego de su renuncia al cargo de prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, el Cardenal Robert Sarah aseguró que nunca se ha opuesto al Papa Francisco.
Fuente: ACIPRENSA
En entrevista publicada por el diario italiano Il Foglio este 10 de marzo, el Purpurado africano dijo que siempre trató de ser “un servidor leal, obediente y humilde de la verdad del Evangelio”.
“Incluso cuando algunos periodistas continuamente repitieron eso que no tiene sentido”, el Cardenal resaltó que “nunca me he opuesto al Papa”.
El Papa Francisco aceptó la renuncia del Cardenal Sarah como prefecto del dicasterio de liturgia en el Vaticano el 20 de febrero. El Purpurado, originario de Guinea, la había presentado en junio de 2020 cuando cumplió 75 años, la edad de jubilación para los obispos de acuerdo a las normas eclesiales.
Antes de su renuncia, el Cardenal Sarah era el obispo africano de mayor rango en el Vaticano, nombrado en noviembre de 2014 por el Papa Francisco para dirigir el dicasterio encargado de la liturgia.
En la entrevista, el Cardenal recordó que cuando el Papa le dijo que había decidido aceptar su renuncia, “inmediatamente respondí que estaba feliz y agradecido por su decisión”.
“Soy feliz y me siento orgulloso de haber servido a tres papas –San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco– en la curia romana por más de 20 años”, dijo el Cardenal.
“Algunos insinúan, sin razón o sin poder dar una prueba concreta y creíble, que éramos enemigos. ¡No es verdad! Al Papa Francisco le gusta la franqueza. Siempre hemos trabajado juntos con simplicidad, pese a las fantasías de los periodistas”, explicó.
El Cardenal criticó la idea de que su rol al mando de la Congregación para el Culto Divino era “un puesto honorario y de poca importancia”.
“Creo que la responsabilidad de la liturgia nos pone en el corazón de la Iglesia, de su razón de ser. La Iglesia no es una mera administración ni una institución humana. La Iglesia misteriosamente prolonga la presencia de Cristo en la tierra”, destacó.
El Purpurado recordó que el documento Sacrosanctum concilium, del Concilio Vaticano II, afirma que la liturgia es “una acción sagrada que sobrepasa las otras” y “la cumbre hacia la cual se dirige la actividad de la Iglesia, al tiempo que es la fuente de donde mana su poder”.
“La Iglesia existe para darle a los hombres a Dios y para ofrecer a Dios a los hombres”, precisó.
“Este es precisamente el rol de la liturgia: adorar a Dios y comunicar la gracia divina a las almas. Cuando la liturgia se enferma, toda la Iglesia está en peligro porque su relación con Dios no solo se debilita sino que se pone en peligro”.
El Cardenal recordó luego un comentario de Benedicto XVI sobre la crisis de la Iglesia cuando dijo que esta es “esencialmente una crisis de la liturgia porque es una crisis de la relación con Dios”.
“Si Dios no está al centro de la vida de la Iglesia, entonces está en peligro de muerte”, dijo el Cardenal.
El prefecto emérito enfatizó que la liturgia se trata de Dios, no de la comunidad o el individuo. Esta realidad, indicó, se expresa bien cuando la liturgia se hace ad orientem, es decir cuando el sacerdote celebra mirando al altar y no al pueblo.
El Cardenal también explicó por qué enseña que el silencio es importante en la liturgia: “Cuando el hombre se queda en silencio, le deja un lugar a Dios. Por el contrario, cuando la liturgia se hace ‘habladora’, se olvida que la cruz es su centro y se organiza alrededor de un micrófono”.
El Purpurado afirmó que estos temas son cruciales “porque determinan el lugar que le damos a Dios” y lamentó que se hayan convertido en algo “ideológico”.
Las luchas de facciones en la Iglesia son una fuente de sufrimiento para él, continuó. “Con mucha frecuencia actuamos como si todo fuera un asunto de política, poder, influencia; y la injustificada imposición de una hermenéutica del Vaticano II que rompe totalmente y está irreversiblemente opuesta a la Tradición”.
El Cardenal dijo que es “falso” que se haya opuesto al Concilio Vaticano II porque él habla del sentido de lo sagrado en la liturgia.
“No creo que la lucha entre progresistas y conservadores tenga algún significado en la Iglesia. Estas categorías son políticas e ideológicas”, afirmó, y agregó que “la Iglesia no es un campo de lucha política”.
“Lo único que cuenta es buscar a Dios cada vez más profundamente, encontrarlo y arrodillarse humildemente para adorarlo”.
En su opinión, es desafortunado que haya “ideólogos” que han puesto a la Iglesia del pre Concilio en contra con la Iglesia del post Concilio. Para él, estas personas son “divisores que están haciendo el trabajo del demonio”.
“La Iglesia es una, sin rupturas, sin cambiar el curso, porque su Fundador, ‘Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre’”, remarcó. “Ella va hacia Dios, ella nos dirige a Él. Desde la profesión de fe de San Pedro hasta el Papa Francisco a través del Vaticano II, la Iglesia nos lleva a Cristo”.
Ahora que está retirado, el Cardenal Sarah quiere seguir trabajando y da gracias porque tiene más tiempo para rezar y leer.
“Seguiré escribiendo, hablando, viajando. Aquí en Roma sigo recibiendo a sacerdotes y fieles de todo el mundo”, comentó.
El Purpurado seguirá sirviendo como miembro de la Congregación para las Causas de los Santos, donde afirma que ha visto “con inmensa alegría cómo la Iglesia bulle en santidad”.
“Ahora más que nunca la Iglesia necesita obispos que hablen claramente, libres y fieles a Jesucristo y a las enseñanzas morales y doctrinales de su Evangelio”, resaltó. “Intento continuar esta misión e incluso ampliarla”, aseguró.
Fuente: ACIPRENSA