DESMITIFICANDO DIFAMACIONES CONTRA EL PAPA FRANCISCO
Cada vez con mayor enjundia, se acusa al Papa Francisco de ser 'rojo' o, en otras palabras, con una 'deriva' socialista que contradice la doctrina católica. Hemos rescatado una verdadera joya que nunca fue negada por el periodista ni por los que insisten en desacreditar al papado y a la Iglesia Católica.
Autor: Dr. LUIS FERREYRA VIRAMONTE - Director
Esta es parte de la transcripción de una entrevista que le hicieran el periodista -de tendencia socialista- Chris Mathews, al entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio en Argentina .
Bergoglio termina acribillando a Mathews de tal forma que MSNBC, el canal de noticias por cable 24h de Estados Unidos que la había encargado, nunca la pasó al aire. El video fue archivado pero un estudiante que hacia pasantías en el canal, lo copió y entregó a su profesor en la universidad.
Del diálogo entre el Cardenal -hoy Papa Francisco- y el periodista, se extrae esta intensa discusión sobre la pobreza.
PAPA FRANCISCO: “Culpo a los políticos que buscan sus propios intereses. Los socialistas creen en la redistribución que es una de las razones de la pobreza. Ustedes quieren nacionalizar el universo para controlar todas las actividades humanas. Ustedes destruyen el incentivo del hombre para, inclusive, hacerse cargo de su familia, un crimen contra la naturaleza y contra Dios. Estas ideologías crean más pobres que todas las corporaciones que ustedes etiquetan como diabólicas”.
La mejor parte de la entrevista es cuando replica Mathews: “Nunca había escuchado algo así de un cardenal”, a lo cual el hoy Papa suelta esta perla:
“La gente dominada por socialistas necesita saber que no tenemos que ser pobres. El imperio de la dependencia creado por Hugo Chávez, con falsas promesas, mintiendo para que lleguen a arrodillarse ante el gobierno y ante él. Dándoles peces pero sin permitirles pescar. Si en América Latina alguien aprende a pescar, es castigado y sus peces confiscados por los socialistas. La libertad es castigada. Tú hablas de progreso y yo de pobreza. Temo por América Latina. Toda la región está controlada por un bloque de regímenes socialistas como Cuba, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua. ¿Quién los salvará de esa tiranía?”.
El periodista acusa al Cardenal de capitalista, a lo cual el purpurado respondió:
“Si pensar que el capital es necesario para construir fabricas, escuelas, hospitales, iglesias, tal vez lo sea. ¿Tú te opones a este proceso?”....
El periodista dice que no, pero pregunta si no piensa que el capital es arrebatado de la gente por corporaciones abusivas, a lo cual Bergoglio lanza está más que revolucionaria respuesta:
“No, yo pienso que la gente, a través de sus opciones económicas, decide qué parte de su capital irá para esos proyectos. La utilización del capital debe ser voluntaria. Solo cuando los políticos confiscan ese capital para construir obras del gobierno, alimentar la burocracia, surge un grave problema. El capital invertido de forma voluntaria es legitimo, pero el que se invierte a base de coerción, es ilegitimo”.
Mathews tilda de radical al Cardenal, quien tranquilamente le dice:
“Te ves muy enojado pero la verdad puede ser dolorosa. Ustedes han creado el estado de bienestar y ha sido solo respuesta a las necesidades de los pobres creados por la política. El estado interventor absuelve a la sociedad de su responsabilidad. Las familias escapan de su responsabilidad con el falso estado de bienestar e inclusive, las iglesias. La gente ya no practica la caridad pues ve a los pobres como problema del gobierno. Para la iglesia ya no hay pobres que ayudar, los han empobrecido permanentemente y son ahora propiedad de los políticos. Y algo que me irrita profundamente, es la inhabilidad de los medios para observar el problema sin analizar cuál es la causa. A la gente la empobrecen para que luego vote por quienes los hundieron en la pobreza”.
Ya ven por qué fue elegido como líder de una Iglesia con casi 1.500 millones de seguidores.
Autor: Dr. LUIS FERREYRA VIRAMONTE - Director
Comentarios
Prudencio Bustos Argañarás
Domingo 20 de Octubre de 2019
No puedo entender la flagrante contradicción entre estas declaraciones y las cosas que dice desde que es Papa. Exalta la pobreza como una virtud y anatematiza la riqueza, llamándola "estiércol del diablo", pero alienta y ayuda a los integrantes de una banda narcomafiosa que saqueó y devastó la Argentina e incluso lo maltrató a él mismo. Los recibe con sonrisas y carcajadas, algunos de ellos tienen cargos en el Vaticano, otros se dicen voceros suyos sin que los desmienta, como Grabois, y en su nombre proponen consfiscaciones de propiedades. Exalta a los altares a un obispo como Angelelli, que elogiaba y ayudaba a la banda terrorista de los Montoneros y celebraba misas con su bandera de fondo. Viaja a Cuba, se abraza con los tiranos y ni siquiera recibe a las damas de blanco. Juega de mediador en la tragedia de Venezuela, pero jamás condena los crímenes de Chávez y Maduro, que hasta los socialistas como Bachelet denuncian. Y al presidente Macri lo recibe con una frialdad y una cara de enojado que asusta, mientras juega abiertamente en favor de los delincuentes Kirchner, dando pie a las versiones de depósitos multimillonarios en el Vaticano. Como católico me siento dolido y avergonzado por la conducta del Papa respecto a su país. Entonces, ¿hay dos Franciscos, uno sensato como el de este reportaje y otro promarxista y amigo de dictadores y malandras?
Respuesta enivada el Domingo 20 de Octubre de 2019
Gracias por su opinión. Quizás debamos entender que las noticias que leemos de los medios (en general anticatólicos) dicen sólo medias verdades. Por otro lado, resulta impropio analizar las conductas o gestos del Papa desde una visión solamente política, pues siempre esa opinión se encontrará posicionada desde un lado u otro de una grieta que divide permanentemente y desde siempre a los argentinos. Imagínese todos los problemas que se suscitan en una grey que se estima en 1.700 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, todo lo dicho no servirá para disculpar los muchos errores que, seguramente, cometerá como hombre. Pero también creo que estamos demasiados ocupados en juzgar a los demás, menos a nosotros mismos; lo cual resulta -evidentemente- también una grave contradicción, en la media que no conocemos las intenciones de los otros, pero sabemos perfectamente las nuestras. De nuevo, le agradezco su opinión.