Soy un hombre de fe, pero he tenido tantas tormentas que ésta se ha visto muy lastimada y me he hundido muchas veces en el agitado mar de la vida. He sido de esos hombres que de rodillas frente al Santísimo Sacramento ha pedido pruebas claras de su voluntad, un signo evidente, una palabra nítida… sin obtener respuestas.
Me considero un hombre sensible, pero a la vez demasiado juicioso y traiciono tantas veces mi espíritu pasando todo por el filtro de la razón.
Lo que les voy a contar sucedió en la noche del 23 de mayo de 2019. Soy el webmaster de Cristo en Línea y de los Misioneros Claretianos de México, y una de las cosas que he querido implementar (tal vez como llamado particular de Dios) es la adoración al Santísimo Sacramento en las redes sociales; hay razones suficientes para argumentar este deseo, pero no me quiero detener en ello.
Ese día era oportuno, terminábamos la transmisión de un programa en vivo y tenía a mi disposición el equipo de transmisión, buen Internet y todo el tiempo del mundo.
Tomé una imagen en directo de Nuestro Señor expuesto y la pasé en vivo desde Cristo en Línea, enlazándola a todas las páginas que administro.
Eran las 11 de la noche de ese jueves eucarístico; comenzaban a llover las peticiones de los fieles en Facebook: pedían por su familia, por sus hijos y esposos, por su situación económica, por un trabajo, por un viaje, por un ser querido, por su pareja, por su salud, etc., ¡Tantas cosas le pedían a Nuestro Señor!
Hubo también muchas muestras de agradecimiento por favores concedidos; indigno yo de ser testigo de todas esas cosas; en ocasiones las leía en silencio y mirando a la humilde custodia en la pantalla le decía a Jesús: “Óyelos, Señor”.
Avanzada la noche, y habiéndome ganado el sueño, me decidí ir a dormir, pero dejé la transmisión En Vivo con la determinación de detenerla a la mañana siguiente.
Y entonces comenzó a suceder…
La primera transmisión del viernes está a cargo de Mario Rolando Ávila, un piadoso y querido amigo de Aguascalientes que ha dedicado toda su vida a servir a Dios y que durante muchos años ha tenido a cargo los contenidos digitales y la música de Cristo en Línea.
Cada mañana, en punto de las 6:00, comienza su jornada con lo que él ha llamado “Despertares”, una transmisión en vivo del Rosario, el rezo de Laudes y la Misa del día”.
Ese viernes tuvo un problema de electricidad y misteriosamente no pudo entrar en video, sólo audio. En tono de broma llegué a decirle que Nuestro Señor no quería retirarse de la pantalla y enlacé la imagen en directo del Santísimo Sacramento con su transmisión en audio.
No nos imaginábamos que el milagro ya estaba ante nuestros ojos.
A las 8 a.m. de ese viernes 24 de mayo, terminada la Misa, detengo la transmisión en vivo y ésta desaparece de todos los medios, permaneciendo sin explicación alguna en la página de los Claretianos.
Una transmisión como ésta, pensada y emitida sin límite de tiempo, se borra del servidor una vez finalizada, sin dejar rastros en el historial de Facebook.
De hecho, así sucedió en las otras páginas, pero no en ClaretianosMX. Allí seguían lloviendo las oraciones, Jesús seguía en el aire, a pesar de que se había detenido la transmisión y las máquinas estaban apagadas.
Esto podría sonar a error o coincidencia, incluso no ser relevante para mucha gente, pero yo que me dedico a esto estaba un poco consternado porque no daba crédito a lo que estaba sucediendo.
Sin duda, Dios sabe el lenguaje para hablarle a cada uno. A mí me habló como “Webmaster”. Me estaba mostrando algo que sólo yo podía ver y lo que estaba viendo no tenía explicación.
Me invadió una sensación como de espanto, se me erizó la piel y me aparté a un lugar solitario donde lloré como un niño. Era algo que no podía evitar, mis lágrimas me ahogaban.
Jesús me estaba hablando, parecía decirme en esas letras rojas que no sólo estaba en VIVO sino que Él estaba VIVO.
El video se hizo viral, comenzaron a aumentar los seguidores, y en sólo 12 horas más de 300 personas nos seguían. Hasta la fecha, el video se ha extendido a más de 100 mil personas (sin ningún tipo de monetización) con una reproducción que supera las 13 mil.
Una publicación que sólo tiene como base una Custodia con Jesús Sacramentado, unas velas encendidas y una música instrumental de fondo.