“Cada niño que sufre es un grito que se eleva a Dios”
En ¨El Video del Papa¨ de diciembre, Francisco dedica su oración a los más jóvenes: los niños, para que en todos los países del mundo se tomen medidas que hagan de su futuro una prioridad. “Cada niño que sufre es un grito que se eleva a Dios”, expresa.
Fuente: AICA
El papa Francisco reza en diciembre por los niños, para que en todos los países del mundo se tomen medidas que hagan de su futuro una prioridad. Así lo expresa en la última edición del Video del Papa.
En esta oportunidad, el Santo Padre centra su oración en tantos niños y niñas que hoy tienen un futuro incierto, sobre todo los que están sufriendo por diversas causas. Francisco insiste en que “cada niño marginado, cada niño abusado, cada niño abandonado, cada niño sin escuela, sin atenciones médicas, es un grito que se eleva a Dios”.
El pedido del Papa se enmarca en una situación de la niñez que exige medidas de acción. Según los Informes sobre el Estado Mundial de la Infancia del 2016 y del 2017, los niños y niñas suponen casi la mitad de los 900 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares al día. En el 2014, además, se comprobó que cerca de 160 millones de todos ellos presentaban retrasos en el crecimiento.
En cuanto a la escolarización, a pesar de que se hayan conseguido logros en cuanto a la matriculación, existen alrededor de 124 millones de niños y niñas que no asisten a la escuela, un factor que se ve agravado por los conflictos armados que en muchos lugares son cada vez más prolongados. Lamentablemente, cerca de 250 millones de jóvenes viven en países o zonas afectadas por los conflictos armados. Estas condiciones sociales, económicas y bélicas obstaculizan su normal desarrollo y la búsqueda de un porvenir prometedor.
El padre Frédéric Fornos SJ, director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (incluye al Movimiento Eucarístico Juvenil), subraya que la invitación del Santo Padre a rezar para que “todos los países decidan tomar medidas necesarias para que el futuro de los niños sea una prioridad” no nos libera de trabajar para este fin en nuestra vida cotidiana, cada uno dentro de sus posibilidades, y en aquello que podría parecernos lo más sencillo.
En ese sentido, recuerda las palabras del papa Francisco a las familias: “Y dígame, señor o señora… ¿Usted pasa tiempo con sus hijos? ¿Usted juega con sus hijos? —Pues no, ya sabe usted, cuando salgo de casa por la mañana —me dice el hombre— todavía duermen y cuando regreso están en la cama. También la gratuidad, esa gratuidad del papá y de la mamá con los hijos, es muy importante: ‘perder tiempo’ con los hijos, jugar con los hijos. (…) Cada vez que un niño es abandonado… se realiza no solo un acto de injusticia, sino que se ratifica también el fracaso de esa sociedad”.
El Santo Padre en el Video del Papa añade que cada uno de estos niños y niñas “es Cristo, que vino a nuestro mundo como un niño indefenso”. Ayudarlos, evitarles el sufrimiento y brindarles oportunidades es una manera de no cortar sus raíces, de no oscurecer su futuro, porque “es Cristo quien nos está mirando en cada uno de esos niños”.
Recemos pues y actuemos “para que todos los países decidan tomar medidas necesarias para hacer que el futuro de los niños sea una prioridad, especialmente el futuro de los niños que hoy están sufriendo”. Pues, como también Francisco recordó en otra ocasión, “son el presente”.
Fuente: AICA