a editorial italiana Rizzoli (páginas 272, euro 18) publicó el 1 de septiembre el libro «El Papa Francisco. Benedicto XVI Papa emérito. Una sola Iglesia». Un libro que compara los pontificados de Jorge Mario Bergoglio y Joseph Ratzinger.
Una obra que al destacar las peculiaridades de los estilos teológicos y pastorales y la diversidad de los lenguajes comunicativos, pone de relieve la continuidad del Magisterio, la comunión de afectos y la consonancia espiritual que los une.
La novedad subrayada, por la anticipación que realizó el diario católico, Avvenire, es el prólogo firmado por el cardenal Pietro Parolin, el segundo al mando en el Vaticano, que sostiene se trata de libro que encierra un ‘ABC del cristianismo’.
El libro presenta paralelamente las voces de Bergoglio y su predecesor sobre algunos temas clave en la vida de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Una oportunidad, agrega Parolin, para reenfocar la fe, la Iglesia, la familia, la oración, la verdad y la justicia, la misericordia y el amor. Dieciséis audiencias de Benedicto XVI se proponen en el volumen, flanqueadas por intervenciones similares del papa Francisco.
Es significativo -subraya una nota de Rizzoli- que todos los textos provienen de la cita semanal de las catequesis, en la que el Pontífice ofrece la enseñanza de la Iglesia a los fieles con sencillez.
De las cinco partes en que se divide el volumen, las cuatro primeras corresponden a los ciclos de catequesis (Iglesia y Familia del Papa Francisco, Oración de Benedicto XVI y Fe de ambos pontífice, enmarcados hasta el 2013), mientras que la quinta (Verdad y Justicia, Misericordia y Amor) toca otros temas fundamentales tratados en diferentes ciclos.
“Este libro es un signo duradero de esta íntima y profunda cercanía, presentando lado a lado las voces de Benedicto XVI y el papa Francisco sobre temas cruciales”, subraya el cardenal Parolin. “Esta continuidad teológica, siempre subrayada, asume en ocasiones rasgos singulares, casi proféticos”.
Además, subraya que la consonancia espiritual de los dos pontífices, junto con las diferencias que marcan sus estilos comunicativos.
Ambos “multiplican las perspectivas y enriquecen la experiencia de los lectores: no solo los fieles, sino todas las personas que, en una época de crisis e incertidumbre, reconocen en la Iglesia una voz capaz de hablar de las necesidades y aspiraciones del hombre”.
El cardenal señala la «íntima y profunda cercanía» entre Francisco y Benedicto. Esta que se manifiesta tanto en el magisterio de ambos como en el afecto recíproco que se tienen.
Continuidad del magisterio
La continuidad entre papas adquiere a veces rasgos «casi proféticos», explica el Secretario de Estado. Además, recordó que cuando Juan XXIII agradeció con júbilo unas palabras sobre el Concilio Vaticano II que el cardenal Frings había tomado del entonces joven teólogo Joseph Ratzinger, enfatiza cómo el Papa Roncalli «se reconoció a sí mismo en las palabras escritas por un joven profesor alemán que subiría al trono de Pedro medio siglo después».
También en el pontificado de Francisco es una constante la continuidad del magisterio, explica Parolin. De hecho, destaca cómo «en los momentos más solemnes de su pontificado se refirió siempre al ejemplo de sus predecesores».
Papa emérito reza por su sucesor
Entretanto, esta «continuidad natural», sin embargo, se desarrolla de una forma única en el caso de Benedicto XVI por «la presencia de un Papa emérito en oración junto a su sucesor». Su relación se caracteriza por «una viva comunidad de afecto».
Parolin para muestra menciona el 65º aniversario de la ordenación sacerdotal del Obispo de Roma emérito, cuando Francisco le pidió que siguiera «sirviendo a la Iglesia. No dejes de contribuir verdaderamente a su crecimiento con vigor y sabiduría».
Del monasterio Mater Ecclesiae, continuó Francisco, «emana tranquilidad, paz, fuerza, confianza, madurez, fe, dedicación y fidelidad, que me hacen tanto bien y dan tanta fuerza a mí y a toda la Iglesia».
Bondad y misericordia reconocida por ambos
En esa ocasión, el Papa emérito respondió sin papeles en la mano con «ternura» que «tu bondad, desde el primer momento de tu elección, en cada momento de mi vida aquí, me impacta, me lleva de verdad hacia dentro. Más que en los Jardines del Vaticano, tu bondad es el lugar donde vivo: me siento protegido».
Por otro lado, Parolin destaca que Ratzinger suele apuntar como elemento clave de su Sucesor su entusiasmo en difundir la misericordia de Dios. Y recordó la entrevista que concedió al jesuita belga Jacques Servais. «En mi opinión», dijo, «esto pone de relieve que bajo el barniz de la confianza en sí mismo y de la propia justicia, el hombre de hoy esconde un conocimiento profundo de sus heridas y de su indignidad ante Dios. Espera misericordia».