Francisco animó a ser coherentes, testigos y compañeros del Señor
El papa Francisco dedicó su homilía del martes a reflexionar sobre la autoridad auténtica de Jesús y advirtió sobre los cristianos “incoherentes” y los pastores “esquizofrénicos”.
Fuente: AICA
En su homilía del martes por la mañana en Santa Marta, el papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio de Marcos que narra la enseñanza de Jesús en el templo y la reacción del pueblo a su manera de actuar con “autoridad”, a diferencia de los escribas.
Al respecto, advirtió sobre el mal que hacen los cristianos "incoherentes" y los pastores "esquizofrénicos" que no dan testimonio alejándose así del estilo del Señor, de su auténtica "autoridad".
A partir de la comparación entre la autoridad de Jesús y la de los escribas, Francisco explicó la diferencia entre "tener autoridad", "autoridad interior" como el mismo Jesús, y "ejercer la autoridad sin tenerla, como los escribas", que a pesar de que eran especialistas en la enseñanza de la ley y escuchados por el pueblo, no se les creía.
El estilo de Jesús es distinguido
“¿Cuál es la autoridad que tiene Jesús? Es ese estilo del Señor, ese 'señorío' -digámoslo así- con el que el Señor se movía, enseñaba, sanaba, escuchaba. Este estilo señorial - que es algo que viene de dentro - nos hace ver... ¿Qué hace ver? Coherencia”, afirmó el Santo Padre.
“Jesús tenía autoridad porque era coherente entre lo que enseñaba y lo que hacía, cómo vivía. Esa coherencia es la que da la expresión de una persona que tiene autoridad: ‘Este tiene autoridad, esta tiene autoridad, porque es coherente’, es decir, da testimonio. La autoridad se ve en esto: coherencia y testimonio”, sostuvo.
Pastores esquizofrénicos que dicen pero no hacen
Por el contrario, los escribas no eran coherentes, advirtió el Papa, por lo que Jesús, por un lado exhorta al pueblo a "hacer lo que dicen pero no lo que hacen", y por otro no deja pasar la ocasión de reprocharles, porque "con esta actitud han caído en la esquizofrenia pastoral: dicen una cosa y hacen otra", recordó. “A veces Jesús reacciona acorralándolos, a veces no dándoles ninguna respuesta y otras veces, calificándolos”, detalló.
“Y la palabra que Jesús usa para calificar esta incoherencia, esta esquizofrenia, es ‘hipocresía’. ¡Es un rosario de calificaciones! Tomemos el capítulo veintitrés de San Mateo; muchas veces dice: ‘hipócritas por esto, hipócritas por esto, hipócritas...’. Jesús los califica ‘de hipócritas’. La hipocresía es el modo de actuar de quienes tienen responsabilidad sobre las personas -en este caso responsabilidad pastoral- pero no son coherentes, no son señores, no tienen autoridad. Y el pueblo de Dios es manso y tolerante; tolera a tantos pastores hipócritas, a tantos pastores esquizofrénicos que dicen y no hacen, sin coherencia”, alertó.
La incoherencia cristiana es un escándalo
“Pero el pueblo de Dios que tanto tolera, sabe distinguir la fuerza de la gracia”, reconoció el Papa y lo explicó basándose en la primera lectura, en la que el anciano Elí ‘había perdido toda autoridad, sólo le quedaba la gracia de la unción y con esa gracia -explica el Papa- ‘bendice y realiza el milagro’ a Ana que, angustiada por el dolor, está rezando para ser madre”.
De ahí la consideración del Papa hacia el pueblo de Dios, los cristianos y los pastores: “El pueblo de Dios distingue bien entre la autoridad de una persona y la gracia de la unción. ‘¿Pero tú vas a confesarte con aquel, que es esto, y esto y esto?’ – ‘Para mí ese es Dios. Punto. Ese es Jesús’. Y esta es la sabiduría de nuestro pueblo que tolera tantas veces, tantos pastores incoherentes, pastores como escribas, y hasta cristianos - que van a misa todos los domingos y luego viven como paganos. Y la gente dice: ‘Esto es un escándalo, una incoherencia’. ¡Qué mal hacen los cristianos incoherentes que no dan testimonio y los pastores incoherentes, esquizofrénicos que no dan testimonio!”, lamentó.
Al finalizar la homilía, el pontífice rezó para que todos los bautizados tengan autoridad, "que no consiste en mandar y hacerse oír, sino en ser coherentes, en ser testigos y, por ello, ser compañeros de camino del Señor".+
Fuente: AICA