CRECE LA CORRIENTE ANTIABORTO Y ANTIGÉNERO EN LATINOAMÉRICA.
Recientemente las calles de Colombia se poblaron de miles de jóvenes que salieron a manifestar en una marcha gigantesca contra la imposición del aborto en el país. Lo mismo que en Perú, México, Brasil o en Argentina, donde se hiciera una masiva demostración para el Día del Niño por Nacer a fines de Marzo con punto de encuentro en la Plaza Italia de la ciudad de Buenos Aires.
Autor: Andrea Baldoni para Il Primo Messagero de Trento, Italia.Traducción Germán Pulido
Entrevista a Roberto Castellano
Para profundizar en el tema entrevistamos a Roberto Castellano, un abogado que preside la ONG Pro-Vida dedicada al tema desde hace años.
¿Cómo ven ustedes este fenómeno que se viene repitiendo en distintos países de la región?
RC: Creo que hay un agotamiento social contra una agenda visiblemente digitada que quiere imponer modelos de conducta coercitivamente al resto de la sociedad. La juventud comienza a rebelarse. En Argentina el Código Civil dice en su artículo 19 que el comienzo de la persona humana es a partir del momento de la concepción y el gobierno kirchnerista con apoyo de la izquierda, macristas, peronistas y radicales, sacó una ley, la 27.610, (Ley de Aborto) que faculta al Estado y particulares a matar personas no nacidas hasta los 9 meses de gestación. Y esa aberración debe ser financiada y aceptada por todos, estén o no de acuerdo. Alli no hubo oficialismo y oposición, todos obedecieron.
¿Cómo se explica eso si en Argentina no es legal la pena de muerte?
RC: No tiene explicación. Es una imposición dictatorial. El artículo 29 de la Constitución, que es nuestra ley suprema, establece que el Congreso no puede otorgar a nadie supremacías para disponer de la vida de ningún argentino. Por lo tanto, la ley es claramente inconstitucional, porque si en un código de fondo se establece desde cuando hay vida y en la Constitución se afirma que nadie puede quitar la vida de otro, una norma inferior no puede establecer excepciones sin contrariar el texto constitucional. Todo ello amén de la salvaguarda constitucional que hay al incorporar Tratados Internacionales (Arts 75 incs. 22 y 23) de la Constitución en el sentido que Argentina protege siempre la vida humana desde su inicio.
¿Es por eso que usted atribuye el crecimiento del movimiento a favor de la vida?
RC: No, es mucho más profundo. Argentina esta en un declive histórico colosal. De estar entre los 7 primeros países del mundo hace un siglo hoy esta en el lugar 70. Tiene la mitad de su población debajo de la línea de pobreza y esta entre los 3 primeros países del mundo en lo que a inflación se refiere. Hay ya 3 generaciones que no han conocido lo que es tener un trabajo formal y viven de la limosna que reparte el Estado a través de los llamados planes sociales. En paralelo, la casta política, que ha llevado al país a este estado, saca leyes para eliminar niños -niños pobres preferentemente- ; impone cupos laborales arbitrarios según los gustos sexuales de las personas, promueve la eutanasia para evitar gastos de atención médica o el consumo recreativo de drogas con la excusa de “reducir daños”. En realidad es un distractivo social. Es una agenda de dominación. Se busca que seamos pocos, baratos y obnubilados mientras la casta se enriquece gerenciando la decadencia.
¿El movimiento feminista es parte de ese plan?
RC: Ninguna duda. La disolución de la familia natural es impulsada sistemáticamente en nombre de la diversidad. Sus consignas lo rebelan “lesbianizate”, “ni marido ni patrón”, “muerte al macho”, “si es varón abortalo”. Todas las ong’s que impulsan el aborto y el feminismo de género están financiadas desde el exterior. Amnesty International, Human Rights Watch, Ford Foundation, International Planned Parenthood Federation, Open Society, Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, Guttmacher Institute, Robert F. Kennedy Human Rights, Centro de Estudios Legales y Sociales, Médicos sin Fronteras, Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe, ONU Mujeres, Fondo de Poblacion de la ONU, por nombrar algunas, constituyen una telaraña, un soft power, que lleva adelante la guerra cultural contra nuestras patrias para imponer una agenda al servicio de la Cultura de la Muerte. Es un plan de dominación a través de una guerra cultural.
¿Cuál es el beneficio que obtienen de ejecutar ese plan los políticos que usted denomina la casta?
RC: Hay una reorganización planetaria. Los hechos de Ucrania lo revelan. Estamos frente a un policentrismo. Ya no hay un mundo unipolar como soñaba Fukuyama. Hoy tenemos EEUU, Rusia, China, Europa, India, el Commonwealth como centros estratégicos de influencia. Latinoamérica es rica en recursos naturales y con poca población. Toda Argentina tiene 45 millones de habitantes. Italia tiene 60 millones y cabe toda en nuestra provincia de Santa Fe que tiene 3,2 millones. Es obvio que al Nuevo Orden Mundial que se esta formateando le conviene que un país con energías limpias, comida, agua potable, minerales, quede como reservorio. No en vano cuando se aprobó el aborto el presidente de Francia Emmanuel Macron mandó su felicitación al igual que el de España Pedro Sánchez, Hillary Clinton o la alegría de muchos parlamentarios británicos expresada a través de la BBC o la CNN. Asi como el siglo XIX se impuso una División Internacional del Trabajo hoy los centros de poder mundial alientan una División Internacional Demográfica y Productiva. Nos quieren asignar el lugar de granja desarmada y para eso la gente sobra. La casta no quiere cambiar eso, solo quiere ser la gerente y enriquecerse. Eso es lo que han demostrado.
Sin embargo en esos países centrales hay aborto
RC: No coincido. En EEUU no es una política de Estado como en Argentina. Es por Estado y cada vez son más los estados que lo vetan o restringen. El último ha sido el Estado de Texas. En China permitían 1 niño por matrimonio y ahora 2, y 3 si viven en zonas agrícolas. En Europa, Hungría y Polonia no lo permiten. En Rusia, que existe desde Lenin, esta totalmente desalentado desde el propio Estado. La corriente es totalmente contraria a la que nos tratan de imponer a nosotros especialmente la Internacional socialdemócrata con sede en Londres o el globalismo onusiano que encarna el Partido Demócrata de EEUU. Obvio que a la oligarquía financiera internacional no quiere que nuestros países crezcan poblacionalmente y se desarrollen, no le conviene. Ellos pergeñan un mundo virtual donde el dinero produzca dinero y el trabajo desaparezca en aras de la robotización. Para eso alientan una renta universal, una especie de planes sociales como tiene Argentina hoy, pero a escala mundial. Pero esto lleva años, la Conferencia de Daca (Bangladesh) en 1969 lo preveía. Lo mismo el Club de Roma, la Comisión Rockefeller y el conocido Informe Kissinger. No son los pobres los que quieren matar sus hijos y acabar con la familia. Son los poderosos. Y ese genocidio lo impulsan los cipayos locales, que gracias a Dios, cada vez tienen más repudio social.
Autor: Andrea Baldoni para Il Primo Messagero de Trento, Italia.Traducción Germán Pulido