SALUD PARA LOS DOS
Puesto que la lucha por declarar como legal el acto de quitarle la vida a un ser humano que se gesta en el seno de su madre sigue vigente en nuestro país, y en este caso de la mano del presidente de la Nación, querría proponer más elementos para argumentar que esa ley sería intrínsecamente inhumana y, por ende, aunque legal, injusta.
Autor: Pbro. FERNANDO MARTIN
Lo voy a hacer planteando criterios o respondiendo a los argumentos más usados en su favor:
1. Ante todo, debemos estar atentos para no dejarnos conducir a la lógica de los hechos consumados o de las decisiones privadas de las personas, como si fueran argumentos válidos en sí mismos. El hecho de que muchas personas decidan abortar no significa que sea bueno, ni que el estado deba ayudarlos en su propósito. En ese sentido también debería hacerlo por ejemplo con los que roban, o se drogan o emborrachan, puesto que es muy recurrente, y por demás riesgoso.
2. Ante los que sostienen que el debate no es moral sino de salud pública, habría que hacerle al menos dos preguntas. ¿Salud pública de la madre o del hijo? Y, ¿Puede haber un acto humano consciente que no sea moral, es decir pasible de ser bueno o malo en sí mismo?
3. A la hora de focalizar el tema en sus raíces más hondas, debemos argumentar que el ser humano es capaz de conocer la verdad, de establecer lo que es bueno y malo en sí mismo, y de que no todo es relativo ni opinable. Los que sostienen que todo es opinable, ya se contradicen al sostener una verdad que no sería relativa, puesto que sería absoluta: "que todo es opinable".
4. La única discusión posible sobre el aborto es si existe en el embrión vida humana o no. Para los que sostenemos que existe vida humana basados en el sentido común y en la ciencia, que no puede demostrar lo contrario, ya no hay más nada que discutir, puesto que no la puedo eliminar sin cometer un homicidio. Los que sostienen lo contrario, deben tomarse el trabajo de demostrar que no la hay, y esto es imposible. En todo caso aun cuando el debate no sea fácil, jamás se debería eliminar una vida humana "por si acaso no la hubiera".
5. Ante las afirmaciones de que mientras nosotros discutimos estas osas muchas mujeres se están haciendo abortos ilegales y sus vidas corren peligro, debemos responder que la situación sin duda es muy grave, y que por ello no debemos ensayar soluciones apresuradas. La respuesta es: prevengamos seriamente los embarazos no deseados con todos los recursos sanitarios y educativos del estado, y ayudemos a quienes quedaron embarazadas sin desearlo a desearlo, o en su defecto a entregar al hijo cuando nazca a las miles de familias que los están esperando. Salvemos las dos vidas.
6. Para quienes se basan en argumentos emotivos tales como "es muy chica", "fue violada", o "ya tiene muchos" o "es muy pobre", pensemos que jamás un argumento emotivo puede primar por sobre el derecho a la vida del más débil, y que por otro lado existen otro sin número de argumentos emotivos en el sentido contrario: "pobre la carga psicológica que va a sobrellevar tal vez el resto de su vida si mata a su hijo ... "
7. Para los que argumentan neciamente diciendo que la mujer tiene derecho a disponer de su propio cuerpo, debemos hacer ver algo tan elemental como que los seres humanos únicos e irrepetibles, somos concebidos en el seno de nuestras madres y el único modo de hacernos absolutamente independientes es que ella nos cuide durante nueve meses, para poder recién ver la luz del sol. Aún después, habrá años de crianza para poder lograr la plena independencia. ¿De qué otro modo podríamos crecer y desarrollarnos?
8. Las consecuencias de la legalización del aborto, como lo fue del divorcio, del matrimonio entre personas del mismo sexo, o como pretenden que sea la implementación de la enseñanza de la ideología de género, no es verdad que sólo inciden en el pequeño grupo que a ellas adhiere sino que al ser ley se deben enseñar en las escuelas como buenas, puesto que legales, y debe haber personas que las ejecuten, y entonces sí que nos encontraríamos en una verdadera emergencia no ya sanitaria, sino educativa y de consciencia, que sólo agregaría más complejidad a la ya emergencia social que vivimos.
Espero estas observaciones les sean de utilidad. iDios los bendiga!
Autor: Pbro. FERNANDO MARTIN