La 'Y' griega y la 'I' latina

EDITORIAL Miércoles 25 de Febrero de 2015

Nuestra vida cotidiana termina siendo un conjunto interminable de decisiones acerca de opciones que se nos presentan en las distintas circunstancias de la vida.

Autor: Dr. Luis Ferreyra Viramonte

Así, para dar algunos ejemplos, debo decidir si tomo el desayuno o me lavo la cara; si me levanto o me quedo un rato más en la cama; si voy a trabajar o me tomo el día; y así podríamos llenar varias hojas; si me embarco en un crédito o pago en efectivo...

Existen cuestiones fáciles de resolver y otras muy difíciles. Todos quisiéramos -quien más, quien menos- que el camino a recorrer todos los días, se pareciera a una “I latina”, pero la realidad es que se parece más bien a una “Y griega”. Siempre, pero siempre, debemos elegir entre dos opciones posibles. El problema es que cualquiera de las dos opciones, se encuentra inexorablemente unida a otra “Y griega” que nos demandará, tarde o temprano, otra elección.

Sin embargo, debemos advertir que elegida una opción cualquiera, nuestra decisión genera responsabilidades y sobre todo, consecuencias, que nos coloca en la rampa de una nueva decisión.

Ciertamente que así vista la cuestión, aparece agobiante y pesado. De hecho, a mucha gente se le hace insoportable y prefiere descargar la decisión en otros, sin tomar conciencia que en sí misma eligió ya una de las dos opciones que se le presentaron.

Más de una vez hemos sentido la famosa frase “no quiero tener problemas”; sin que quien la pronuncia, haya advertido que los problemas nunca desaparecen por que no quiera afrontarlos. Siempre van a seguir teniendo problemas, pues los mismos no se solucionan con la simple decisión personal de no querer asumirlos. Los seguimos teniendo, nos guste o no. Preferimos la “I latina”, pero con ello no borramos la “Y griega”. Siguen estando ahí las opciones que dependen de mi reflexión y de mi decisión.

La cuestión central, me parece, es que debemos conocer plenamente las dos opciones, pues es cierto también, que siempre una es atractiva, fácil y tentadora, mientras que la otra se presenta como difícil, poco atractiva y, a veces, desalentadora. Eso, si nos dejamos engañar por las apariencias, y no buscamos la verdad profunda en todo tiempo y lugar, dado que -generalmente- la primera de las opciones descritas, encierra un engaño halagador. Si nos quedamos en la entrada y resolvemos por las apariencias, en realidad somos unos ingenuos que nos dejamos engañar y ‘compramos’ todos los espejitos y collares de fantasía.

En política, como que es una actividad humana, pasa exactamente lo mismo. Vemos los resultados y debemos coincidir en que han resultado desastrosos.

La solución no está en huir, ni en delegar en otros -ingenuamente- la decisión. Está en el discernimiento sincero, sin engaños, sin excusas ni fantasías. Con los pies en la tierra, debo escuchar todas las opciones que se me presentan y elegir cuidadosamente a las personas que van a ser autoridades electas o partidarias. Y tenemos una guía perfecta en dos consejos claros: “Por sus obras los conoceréis”; y “De ningún árbol malo, sale un fruto bueno”.

Si me preguntan por qué elegí presentarme como candidato a presidente de EVC (por la línea interna Participación, Pluralismo y Democracia), es por que estoy harto del quietismo que nos ha impuesto este sistema perverso. De delegar en los otros, confiadamente, las decisiones que me tocan personalmente; y por que tengo una específica obligación de responder al llamado que me indica que debo participar activamente en cambiar la política en beneficio del bien común general y en especial para los más pobres y para la generación que viene. Mi vida, mal o bien, con pocos aciertos y muchos desaciertos, está vivida. No le puedo dejar -sin intentar un cambio- a los que vienen, un mundo oscuro y sin esperanza.

En PPD, he encontrado coincidencias esenciales con este pensamiento, y me he encontrado con la enorme sorpresa que muchos piensan igual; conformando una visión del Partido, de la Política y de la sociedad, que empareja con la que siempre he tenido -desde que creamos Encuentro por Córdoba- de un ‘partido distinto’ que trabaje por un mundo mejor.

Pero también es cierto que en la actual encrucijada de nuestra Patria, hemos elegido el camino difícil, trabajoso, espinoso; pero la otra opción nos condena a aceptar que somos ovejas que somos llevadas al matadero, sin siquiera resistir con la esperanza de un cambio.

En definitiva, preferimos abandonar la tranquilidad de la “I latina” y nos decidimos a afrontar una decisión seria sobre las opciones políticas que se nos presentan. Elegimos transitar por la “Y griega” con todo lo que ello significa de responsabilidad y trabajo.

“No tenemos ni oro ni plata”, ni poder humano. Sólo podemos ofrecer ideas, participación, lealtad y trabajo. O, como dijo un pirata inglés, “sangre, sudor y lágrimas”, por que nada bueno viene sin un sacrificio personal.  

Director de Los Principios y Candidato a Presidente del Partido Encuentro Vecinal Córdoba por Participación, Pluralismo y Democracia


 

Autor: Dr. Luis Ferreyra Viramonte

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